Manos entrelazadas
<<Microrrelato>>
La moral y la razón están tiradas
junto al resto de nuestra ropa. No me hacían falta, ahora tampoco. Ya lo
recogeré luego, pesan demasiado. Nos atravesamos con la mirada, calándonos el
uno en el otro, mirando más allá, poseyéndonos. Sin saber, o sin poder
apreciar, que ya hay algo permanente en mí de él, y en él de mí. Algo sólo
nuestro. Algo que nadie puede intentar entender porque no lo conseguiría.
Cierro los ojos y me vuelvo a
apoyar, nuestras respiraciones están tranquilas. Dulcemente rítmicas ahora. La
calma después de la tempestad.
Y aquí, juntos, perfectamente
entrelazados, huelgan las palabras, los matices, las circunstancias… Sobra
todo. Menos su cuerpo y el mio, menos su mirada en la mía, menos sus labios con
los míos.
Y de qué sirve andarse con
mañanas y con futuros imposibles. Esto es real, esto es hoy. Es nuestro.
Le acaricio el pecho con la mano
y con los labios. Sin interrogantes, sin etiquetas, sin dudas, sin miedos…
Desnudos de alma y de cuerpo. Cómplices, secuaces, amantes de un único
sentimiento: la felicidad compartida. La tuya y la mía.
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