Crítica: Elle, de Paul Verhoeven.
Una película compleja de la que la «crítica» parece haber
visto solo los diez primeros minutos de metraje.
La primera escena es una violación. Gráfica y violenta. Pero
solo es la punta del iceberg, no todo es lo que parece, y muchas frases hechas
más. Al contrario de lo que he leído por ahí, contaminándome, esta no es una
historia de una mujer que «supera» a su manera una violación. Michèle es una
psicópata, o al menos se juega con esa idea toda la película, aportando más
matices conforme avanza. Así que no, no va de una mujer violada.
Y de qué va. De la vida de Michèle. Ella tiene una empresa
de videojuegos, está divorciada, tiene un hijo que la hace «abuela», una madre
que quiere casarse con un jovencito… y, bueno, es hija de un asesino en serie
que está en la cárcel. No es una mujer convencional, y desde luego sus
relaciones personales tampoco lo son.
Lo mejor de esta película es que Elle es una incógnita. No podemos leerla, no sabemos qué es lo que
pasa por su cabeza, es enigmática, críptica y funciona diferente al resto, de
ahí lo de psicópata. Tiene una mirada impenetrable, fría… Isabelle Huppert es todo
un acierto, aportando matices sutiles a un personaje que, en otras manos,
hubiera sido más gráfico, más lineal.
Paul Verhoeven sigue su propia estela de Instinto Básico,
adaptando esta novela (Oh, de Philippe Djian) magistralmente. Haciendo del
suspense Su herramienta. A ver, no os voy a engañar, no es una película para
todos los paladares. Si no te dejas imbuir te aburrirás seguro, se te hará
lenta. Pero si te dejas llevar… ya es otra cosa. Verhoeven usa el suspense, sí,
pero también el sexo, sin recrearse demasiado, logrando un equilibrio.
Cuidado porque puedes desechar esta película injustamente,
puedes hacer caso a lo que lees por ahí y pensar: «estoy harta de personajes
femeninos sometidos, sexualizados». Michèle no es eso. Insisto, las apariencias
engañan siempre. Ella tiene el control y su engranaje psicológico es complejo,
ya os he dicho que no es convencional.
A elle le gusta el sexo, mantiene una aventura, tiene un
imán sexual, tiene una relación «especial» con su socia y amiga… En fin, es un
personaje muy sexual, nos lo presentan desde el inicio. Y aquí puede ir la
primera malinterpretación de toda la historia, se puede pensar que ella
reacciona de manera diferente a la «violación» porque es muy activa. Falso.
Según avanza la trama, nos deja pistas de que se relaciona de
manera diferente con la gente. Tenemos dudas de su cordura, porque ella fue aparente cómplice de su padre, que mató a muchos niños, y la frialdad con la que lo
cuenta es compleja. El caso es que desde el minuto uno sabemos que tiene una
relación extraña con su «violador», ella juega y mantiene una «relación» con
él, aun conociendo su identidad. Se aficiona a esas violaciones «consentidas», duras y violentas.
Y aquí es cuando se puede pensar: «genial, otra película que
fomenta la cultura de la violación, que hay mujeres que disfrutan de ello, así
que, machos, seguid tomando lo que creéis que os pertenece». Y no. No es
erótico, todo tiene un halo tóxico, y sabemos, insisto, que ella no está plenamente
bien de la cabeza.
Lo que más me saca de la película es el «humor» que han
metido, tan absurdo como poco necesario. De la mano del hijo de la
protagonista, padre de un niño negro que claramente no es suyo, pero
que nadie —por eso de ser políticamente correcto— es capaz de hacérselo notar (salvo
su madre, que lo ve tan absurdo como el espectador) porque está enamorado.
Otro aspecto en el que se han esforzado demasiado poco es en
la faceta profesional de ella. Michèle tiene un estudio de videojuegos, y
durante la película están ultimando el lanzamiento de uno. Pues bien, es un
ejemplo de cómo se creen «los adultos» que funcionan los videojuegos. Con un
poquito de documentación hubieran solucionado problemas que a la vista de
alguien familiarizado son absurdos. Un ejemplo: uno de los técnicos parece que está probando la movilidad del personaje (porque solo está
caminando) y ella llega y le dice algo así: No, fulanito, recuerda que este
personaje tiene que coger a no sé quién dramáticamente, que ese es el final. Y
claro nos quedamos todos… ¿por qué le dices eso si solo está probando que el
personaje se puto mueve bien?
Me parece bien que reflejen que dos mujeres puedan llevar un
estudio de videojuegos, eso no rechina, es perfecto. Pero los tecnicismos y el
funcionamiento en general, joder, documentación. En la oficina hay un
póster de Last of Us, ¿qué desarrolladora va a tener colgado un póster de un
juego que no han creado ellos? En fin…
Para concluir, la película te mantiene en un continuo y
sutil suspense. No sabes cómo va a explotar, pero reconoces que lo va a hacer,
que se acerca el clímax. Y una pregunta, con un poco de spoiler, que os dejo: si
ella no ha tenido nada que ver con la matanza de su padre, ¿por qué se suicida
este cuando se entera de que ella le va a visitar?
Lo que más me gusta de estas películas son las incógnitas
que te deja, libres a la interpretación. Son interesantes
por lo que se han dejado sin mostrar más que por lo que muestran.
¡Juzga por ti mismo!
Hola! Oye, la verdad es que no conocía esta película, pero tal y como la has contado, se me han puesto los dientes largos.
ResponderEliminarNo cabe duda de que es una trama particular, pero si te digo la verdad, últimamente voy en busca de cosas diferentes a las que el cine y la literatura me tienen acostumbrada, así que me la apunto.
Me ha gustado mucho la reseña.
Saludos!