14 de noviembre de 2012

Reseña: Blade Runner, Del libro a la película



Androides más inteligentes que los humanos caminan por una tierra devastada en un futuro muy próximo.

Pues no os creáis que el regusto es demasiado positivo, no. La historia la conocéis todos. Un cazarrecompensas al que le dan la misión de “retirar” a cuatro androides que se han escapado y vagan libremente por la tierra, en este caso en San Francisco. Obviamente en el libro hay muchísimos más conceptos que en la película, realmente es en éste donde se crea la magia de la ciencia ficción.

Pero realmente hay muchas cosas que no me han gustado. Lo más destacable es que el ritmo me ha resultado absolutamente irregular. El principio es lento, luego aumenta mucho el ritmo y llegas sin enterarte al desenlace, y es aquí donde se vuelve a hacer pesado. No os penséis que es por los distintos dilemas morales del protagonista, para nada. Me centro en el ritmo narrativo, en lo que avanza o no la trama. Y es en el desenlace donde el tiempo se para en divagaciones sobre el destino del protagonista, y diréis “la pava esta, que se aburre con las cosas importantes”. Pues no, porque sí es relevante, a la par que excesivo.

Plantea muchas cuestiones morales, el cuidado de los animales, la empatía en si y, por supuesto, ¿los androides son máquinas o tienen sentimientos? Aquí la película se separa bastante del libro. Está claro que los androides están tan desarrollados que son capaces de tener sentimientos, pero siguen siendo máquinas, todos.

Uno de los conceptos que más me ha gustado del libro es, además del climatizador del ánimo que introducen en las primeras páginas, la caja empática, que es capaz de unir a todos los humanos y realmente es ahí donde reside la diferencia entre los humanos y los androides. Como concepto, es de por sí interesante, pero que la mujer esté, digamos, enganchada a conectarse siempre, y que tras una tremenda alegría su primer pensamiento sea volcarlo en la caja para que lo disfruten otros… En fin, no voy a juzgar estas premisas, simplemente me parecen muy interesantes.

Los personajes son otro cantar. Tenemos dos protagonistas paralelos, Rick (el cazarrecompensas) y J. R. Isidore. Bien, Rick ya le conocéis, aunque en el libro no es tan interesante. Obviamente su personalidad tiene muchos más matices en las páginas, pero eso no quita para que sea un petardo obsesionado, tema muy importante, con tener algún animal. J.R. Isidore, por su parte, es un cabezahueca, concepto que en la película omiten. Su personaje es muy peculiar y es el que ayuda a los androides. Lo interesante es cómo ha llegado a ser un cabezahueca, que parece que nadie repara en ello, pero con esa idea llenarías libros enteros.

Los personajes secundarios me han gustado más; mi favorito, quizás porque no le conocía, es el cazarrecompensas que se cruza con Rick, Phil Resch, que introduce dilemas como: ¿puede un cazarrecompensas ser un androide y no saberlo? Este personaje, que desaparece con la misma facilidad con la que aparece, es el más curioso y, para lo poco que se habla de él, tiene una personalidad absolutamente definida.

Los animales son el tema central del libro, de hecho, el título “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” no podía estar mejor elegido, porque es la cuestión por la que se diferencian de los humanos. Me parece buena idea, pero la exprime demasiado, igual que otras lo hace sólo de manera superficial.

En definitiva, leed el libro si os gusta la peli, porque como siempre profundiza mucho más. Pero avisados estáis, no esperéis un libro de acción ni nada parecido, de hecho esas partes están muy poco desarrolladas y descritas insustancialmente. Eso sí, acepto que sea un must de los libros de ciencia ficción, conceptualmente hablando; son pocas páginas, pero si buscas mero entretenimiento aquí no lo vas a encontrar.

¡Juzga por ti mismo!

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