Reseña: S.E.C.R.E.T. de L. Marie Adeline.
Las fantasías sexuales de Cassie, la protagonista, te
sumergen en un mundo real dentro de la ficción musculada de la autora. Libro
erótico, normalito y fácil de leer.
Sin prejuicios, sin límites, sin
vergüenza. Este es el lema de la sociedad S.E.C.R.E.T. una comunidad de mujeres
que se dedican a reclutar a otras que superen los treinta y que necesiten un
empujoncito en su vida. Divorciadas, viudas… Todo tiene cabida en S.E.C.R.E.T. Al
ser una sociedad secreta me atrajo, aparqué mi saturación de novela erótica y
me sumergí en el mundo que crea esta autora. Nos lleva a Nueva Orleans, nos
introduce en Cassie, la protagonista, que nos habla en primera persona sobre lo
patética que es su vida, y nos intenta enseñar que gracias al sexo te vuelves
más segura de ti misma, y que lo necesitas para ser feliz. Es esa la moraleja,
¿no?
Bromas aparte, este libro tampoco
es nada fuera de lo común. Se lee fácilmente y está bien escrito dentro de su
simpleza. Obviamente, no es gran literatura ni mucho menos. Puro
entretenimiento que no se aleja tanto de la norma como cabe esperar.
La historia es la más habitual de
las historias en este tipo de literatura. Sólo que la protagonista, en vez de
empezar a descubrir su sexualidad más visceral gracias a un solo hombre del que
se enamora, es gracias a hombres diferentes cumpliendo las fantasías que su
hada madrina, que pertenece a una sociedad que se dedica a aconsejar a mujeres
maduras sobre cómo volver a resplandecer, le va haciendo realidad.
La situación es un poco utópica,
siento ser aguafiestas. Me gustaría que hubiese profundizado más en el
funcionamiento de la sociedad. La protagonista se limita a beneficiarse a los
buenorros que se le presentan en la puerta, también miembros de la sociedad.
Aquí nadie cobra, lo hacen por amor al… ¿placer del cuerpo? Y yo me pregunto
cómo hombres tan… ideales necesitan formar parte de una sociedad para cumplir
sus fantasías o ayudar a cumplir las de las demás.
Es que, como me suele pasar, no
puedo dejar al margen mi modo quisquilloso. Entiendo que es un libro erótico
para mamás, o para chicas en general, y que se nutre de la fantasía y de la
buena predisposición que tienen todos sus personajes hacia el sexo ―algo
lamentablemente poco habitual en nuestro mundo real, para detrimento de todos
nosotros―, pero una cosa es una cosa y otra esto. Es demasiado utópico. Espero
que en la segunda parte con el frente que deja abierto al final podamos entender
mejor cómo funciona la sociedad y, sobre todo, de dónde saca helicópteros y
yates.
El libro transcurre en un año de
la protagonista, donde en el suceder de los meses se le van presentando las
fantasías que ella redactó y le dio a su supervisora Matilda. Claro, estamos
hablando de un libro que no llega a las trescientas páginas, obviamente vamos
de encuentro sexual a encuentro sexual. Personalmente, me gustaría que hubiese
sido más fluido y hubiese trabajado más los paréntesis en los que Cassie es una
camarera que va a trabajar y vuelve a casa. Y más teniendo un personaje como
Will, su jefe, que no explota lo suficiente.
Los personajes no me han gustado
nada. Cassie es demasiado patética, y odio comparar, pero el libro podría ser
perfectamente Las fantasías sexuales de Sookie Stackhouse en un mundo sin
vampiros y telepatía. Ella es camarera, viuda, pero desde el principio hace
hincapié en lo vulgar que es, que no tiene nada especial, que sólo ha estado
con un hombre que encima era un borracho… el patetismo supera varios niveles.
Su jefe Will es un infeliz pero, eso sí, también está cañón, y sigue soltero y enamorado
profundamente de Cassie. El resto de personajes y los hombres con los que se
cruza realmente son roles. Roles de manual.
Como suele ser mi costumbre, voy
a analizar la narración de los actos sexuales. Hay para todos los gustos, pero
ya aviso que los encuentros de la protagonista son normalitos. Con lo cual,
aquí se hace más importante la forma de contarlo. Y… es aceptable. No me han
gustado, por ejemplo, los diálogos que mantiene con los buenorros, porque le
quitan aún más realismo a la situación. Y, si es una fantasía, “me gusta tu
coñito” es un comentario de una peli porno amateur. Sin embargo transmite
fielmente las reacciones de la protagonista de forma natural, sin profundizar
demasiado en sensaciones, lo que hace que respete los tiempos reales del acto
en sí, algo de agradecer, porque no llega a evadirse ni a cantar ópera. Aún así,
se para a describir lo suficiente para que resulte evocador y atrayente, sobre
todo los antebrazos de los buenorros. ¿Hay algo más masculino?
Tengo que añadir que el final no
me ha terminado de convencer, de hecho me ha dejado muy fría. Y ahora que leo
que está preparando la segunda parte puedo interpretarlo como forzado,
obligatorio para la continuidad de la saga. Podía haber preparado más indicios,
o matices, para no provocar un “¡Sí, venga!”.
Con lo cual, lo recomiendo como
lectura erótica de entretenimiento bastante soft. Fácil de leer por los saltos
temporales de encuentro a encuentro. Si buscáis algo de más calidad, uníos a mí
en esa aspiración. Porque todo lo mística y atrayente que podía parecer por la
temática y el resumen, realmente no llega a tanto, no ha sabido desarrollar en
ese aspecto todo lo que se esperaría, limitándose a los encuentros light, eso
sí con hombres distintos, que para eso es una fantasía.
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