Reseña: Festín de cuervos (Canción de hielo y fuego 4), de George R.R. Martin. Más intrigas.
Desembarco del Rey, Dorne… y
muchas intrigas completan este cuarto volumen de Juego de Tronos. La que se va
a liar.
Mi historia con esta saga es complicada.
Al principio me aburrió. Con el primero, que se iba haciendo famosillo pero de
forma lenta porque todavía no habían estrenado la serie, me dieron ganas de
estamparlo. Diréis qué poca idea y gusto literario. Yo no estaba acostumbrada a
este lenguaje tan denso, a tantas descripciones, a una novela río… Con el
segundo, cuando empezó a morir gente de verdad (con todos mis respetos a
Eddard), ya me fue gustando. Con el tercero, mi favorito, encumbré esta saga.
Tenías razón Diego, pero no en todo, amigo.
El cuarto me lo habían pintado
como aburrido, sólo transcurre en el sur, Cersei tiene voz, es un rollo… Claro,
mis expectativas eran bajas. Ahora que leo con soltura la forma de narrar de
este caballero que no tiene prisa por acabar la saga, digo con toda tranquilidad
que este libro me ha gustado mucho. Es cierto que no hay acción. Pero la forma
de exponer las intrigas… es genial. Poquito a poco.
Como en todos, lo peor de este
libro es que cuando estás con un capítulo de un personaje, el principio te
resume lo que ha pasado y luego el final te deja con los ojos y la boca
abierta, para pasar otra vez ochenta páginas sin tocarlo. Aquí las ganas de
arrancar páginas se multiplicaban, sobre todo en los capítulos de Brienne.
Aunque hay muchas ausencias que
se echan de menos, como Tyrion, este libro me ha servido para redescubrir
personajes. En mi caso, como Cersei. Con ella he experimentado todos los
estados de ánimo. En la primera parte del libro tenía ganas de estrellarla, y
pensaba: una mujer no puede ser así, George, no tienes ni idea de los matices
femeninos. En cierta manera, mantengo este pensamiento, pero en la segunda
mitad, cuando la tensión crece, cuando la profecía va ganando protagonismo en
los pensamientos de Cersei, cuando la intriga está a punto de llevarse a cabo,
me ha encantado. Y he empatizado con ella. Soy una bruja. Y, tengo que añadir,
que no me parece el mismo personaje el del libro que el de la serie, con todo
mi respeto a Lena Headey, el del libro es mejor, no es tan simplista como nos
lo pintan en la tv.
Le tengo que dedicar un párrafo
especial a los personajes nuevos que nos ha presentado en este cuarto libro y
que prometen liarla mucho, eso espero. Sobre todo para Arianne Martell. Dorne me
ha encantado, espero que George se porte bien con estos personajes y no los
mate absurdamente como nos tiene acostumbrados.
Los capítulos que me han parecido
más irrelevantes han sido los de Arya. En serio, no me importaría nada que
dejara a este personaje y lo retome cuando ya sea una asesina de verdad
cambiarostros. Sería feliz. Los de Sam están más justificados.
De verdad, la forma que ha tenido
de ir introduciendo la magia. Primero sólo con los Otros, luego con la mujer
roja y todo lo que tiene que ver con esa religión. Y ahora con los
archimaestres, que en lenguaje vulgar es la magia más real... Es genial, de menos a más.
Recomiendo esta saga hasta la
saciedad. Aunque parezca denso. Sé que es más fácil sentarse en el sillón y ver
la serie. Pero, amigos, no tiene nada que ver. Por muy bien que lo haga Peter
Dinklage como Tyrion, no es lo mismo. Para entender y comprender el contexto en
su totalidad hay que leerlo. ¡Vamos!
¡Juzga por ti mismo!
Desde luego es el libro más flojillo hasta el momento, pero aun así me sigue pareciendo una delicia leer a Martin. Un libro de transición entre lo que vino y lo que está por venir.
ResponderEliminarUn saludo!
por cierto, te dejo mi reseña xD http://ellectorinvisible.blogspot.com.es/2015/09/festin-de-cuervos-g-r-r-martin-2005.html