22 de marzo de 2016

Reseña: En el centro de la tierra (Pellucidar, #1), de Edgar R. Burroughs.


En el centro de la tierra, la primera de Pelúcidar, es una novela de aventuras entretenida e imaginativa que te deja con ganas de más.


Dejémonos de Tarzán y de John Carter. En el centro de la tierra nos presenta a David, un guapito protagonista que se enfrentará a todo el carrusel de criaturas y adversidades por haber llegado, por error, al centro de la Tierra. Tranquilos, también se enamora, que sé que os tenía preocupados este punto. 

Con un lenguaje sencillo y sin recrearse, o distraerse, en nada que no sea importante, Burroughs nos conduce por la acción y los problemas que se va encontrando el protagonista. 
¿Es una novela de aventuras más? Pues no, oigan. Hace como tres meses que me acabé esta historia, y gracias a su estructura, y su ordenado esquema, me acuerdo de ella punto por punto. Y eso ya os digo que es muy complicado. No emborronar, tener una narración limpia, estructurada y a la vez fluida. Es genial.

Una de las cosas que más me gustaron y me sorprendieron fue encontrarme toquecitos de humor, sobre todo representados por el viejo, el científico, que aporta esa chispita de ironía necesaria para que el conjunto sea más adulto y no se centre solo en el viaje de David. 

Los personajes rezuman el marco de la época. Son los creadores de los estereotipos actuales, hay que tener en cuenta que esta novela, publicada en serial, es de 1914, ahí es nada. David es el héroe, y algunas reseñas le han criticado por no ser carismático como sus homólogos, Tarzán o Carter. Es cierto que no tiene mucha personalidad, al menos característica, pero es que hay una diferencia muy elemental: esta saga no se llama David Innes, se llama Pelúcidar, y es ese centro de la Tierra el verdadero protagonista de la acción y de la narración, es el centro de la historia, nunca mejor dicho. Burroughs en realidad nos cuenta la historia de Pelúcidar, y para ello se sirve de personajes varios, simplemente. La chica es Dian la Hermosa, una humana primitiva que tiene encandilados a todos por su belleza, ya sabéis, muy de la época, pero que luego trata al pobre David, que bebe los vientos por ella, bastante regular. La acción gira en torno a ellos dos. 
Es cierto que David se encuentra a gente por el camino, pero insisto en que sirven a la trama para explicarnos cómo funcionan las cosas en el primitivo Pelúcidar. Donde son los monos y los lagartos los más desarrollados y quienes gobiernan, relegando a los humanos una posición de esclavos.

Mi capítulo favorito es El jardín del Edén (en serio, me acuerdo hasta del título, y es por la buena estructura que tiene). Uno de los más largos y que tiene todos los elementos: lucha contra un dragón, declaración de amor, inicio de conspiración contra los mahars para dominar el mundo. Lo tiene todo. 

¿Qué es lo peor de Pelúcidar? Pues que aunque a mí me dio lo mismo, estaba tan metida que quise creérmelo y ya es cierto que el final es un tanto estúpido. Estúpido en cuanto a que David coge de nuevo el prospector, para volver a la tierra a por armas para luchar, y no se da cuenta que lo que tiene al lado... En fin. Aun así, el final, final, es un cliffhanger absoluto que te deja mordiendo el libro e implorando más. 


Como conclusión: por supuesto que lo recomiendo, porque es diversión asegurada y de buena calidad, algo que es complicado de encontrar en estos tiempos, porque unos intentan darle una profundidad a la que no se acercan, y los otros intentan hacer algo sencillo y parece más el guion cutre de una peli de acción diga de Antena 3. Esto no, esto es gracioso y bueno; además a Burroughs siempre hay que leerlo.

¡Juzga por ti mismo!

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