24 de abril de 2014

Reseña: Nadie como tú (The edge of never, 1), de J.A. Redmerski.

Una historia de amor, de diálogos, durante un viaje en autobús y en coche. Donde se unen dos personas perdidas para encontrarse tanto a ellos mismo como el uno al otro. Realista y emotivo hasta ese final injustificado que intenta justificar un motivo y una relación perfecta en su imperfección.


Este libro me ha encantado. Es raro estoy enlazando muy buenas lecturas últimamente. En fin, este libro me ha gustado mucho. Por la historia, por los personajes, por la personalidad de ellos y por lo real de todo en conjunto. Para no hacer spoilers me voy a referir a la novela menos al final, esas treinta últimas páginas las comentaré con aviso más abajo.

Pero no voy a desmerecer un buen libro, o una buena saga por el asqueroso final. Así que sigo. Me llamó mucho la atención porque sabéis que me gustan este tipo de historias, como de libro indie-adolescente. Pues bien, no sé si fui yo la que tuve un error de concepto o fue la editorial, Planeta. Porque este es un libro Young-adult, más adult que adolescente, porque para mi sorpresa posee bastante carga erótica. Nada extraño, lo normal entre dos jóvenes que se atraen y se gustan y se todo. Nada de enormes vergas y demás, no es una novela erótica, simplemente mientras en otros libros esas escenas se funden tras una frase tipo: “y se ocultaron bajo las sabanas”, y da el salto a la mañana siguiente, aquí lo cuenta, lo relata, lo describe… y es genial.

El caso es que me llamó la atención por ser una historia casi sin argumento manifiesto, nada más que un viaje y el encuentro con otra persona. Y no me ha decepcionado en absoluto, tampoco es una maravilla narrativa. Es lo que esperaba. Diálogos graciosos, profundos, con los miedos de nuestra generación, quizás. Donde abunda la coherencia —menos en el final— y donde estos personajes, esta pareja: Camrym y Andrew, te calan, te llegan y te caen bien.

El libro alterna capítulos de Cam y de Andrew en una primera persona que nos mete en estos personajes sin que nos cansemos de ellos en ningún momento. Ya sabéis, prefiero al chico, a Andrew, está muy bien definido. Ambos lo están, pero Camryn a veces me parece un poco… petarda, aunque luego actúa correctamente, no extiende sus dudas ni sus dramas tres capítulos, pero comparado con él que es genial, pues claro.

El lenguaje es coloquial, aunque las estructuras no son simples y llanas. Está bien escrito, acorde con lo que nos está contando. Y se lee, ahondo en el tópico, con rapidez y ligereza.

Los personajes me han gustado mucho. El principio me pareció sacado de una serie de la CW, con la pelea y demás, pero luego vuelve a ser una trama indie para caer en el horrible final made in América. Pero los protagonistas están muy bien. Como he comentado ambos tienen sus razones para subirse a ese autobús que les llevará a su destino, recorriendo estados y ciudades —todo muy americano— durante horas y días. En uno de esos trayectos empiezan a interactuar y, ya sabéis, flechazo. Pero a ambos les da miedo sufrir y enamorarse. Hasta que no pueden más y se lanzan.

Reitero que me parece más adult que adolescente porque, además de las escenas eróticas, tiene una premisa que podría ser… complicada en mentes todavía demasiado jóvenes. Una premisa que me ha encantado, huelga decir, que es: ¿Por qué tenemos que ser esclavos del sistema? Estudiar, ir a la universidad, trabajar… Ellos lo tienen claro y quieren viajar trabajando en cualquier sitio y viendo mundo. No hay que hacer necesariamente eso para no acabar preso del sistema, pero esta filosofía con la cabeza amueblada me encanta. Porque muchas veces no te paras a pensar qué quieres o por qué lo haces y desperdicias tu vida viviendo, valga la redundancia, de puntillas. Este libro nos anima a luchar por lo que queremos, a ser sentimentales, viscerales, pero en su justa medida. No alocados e irreflexivos. Por eso en manos de alguien demasiado joven… podría ser un problema, más que nada por la madurez. Los protagonistas tienen veinte y veinticinco años, pero son maduros.

ALERTA SPOILER (letra en blanco)
Aquí va. ¿Qué cojones es eso de un tumor cerebral? Me siento estafada con esa conclusión porque el libro estaba perfecto. Ellos se conocen y se lanzan a hacer algo que quieren porque no han encontrado su sitio en sus vidas por separado. Lo que pienso del tumor cerebral es que han intentado justificar el porqué de ese viaje, yo veo perfectamente que el editor le ha dicho a la autora: “mira, se lleva lo triste (Bajo la misma estrella), mete una enfermedad al final y así te compro la segunda parte donde hacen el viaje que tanto quieres contar”. ¿Qué pasa? Que metiendo un tumor cerebral los motivos se difuminan. Porque algo que iban a hacer porque querían, ahora parece que lo hacen porque el chico ha estado a punto de morir y quiere aprovechar la vida.

Lo que más me molesta es que nos lo ha metido al final. No nos ha dado indicios hasta el desenlace y eso que nos lo contaba también desde el punto de vista de él. No lo entiendo, no me parece coherente. Es un pegote. El drama que genera de repente cuando se entera, su coma, el lector ya sabe que hay una segunda parte así que no puede morir (no es George R.R. Martin, ya sabéis), las lágrimas por las pocas posibilidades y giras la página, te avisan que ha pasado dos meses y ya está vivo. Fin del drama. Ya pueden hacer el viaje con justificación. Y yo digo ¡NO NECESITABA UNA PUTA ENFERMEDAD COMO JUSTIFICACIÓN!
FIN DEL SPOILER


El final no lo desmerece. La verdad es que es una buena historia, con buenos diálogos y buenos personajes. No llega a ser todo lo indie que podría haber sido, pero tampoco es una pastelada edulcorada de corazoncitos. Es un viaje de dos personas que se están conociendo y comienzan a quererse. Es bonito y divertido, así que lo recomiendo.


¡Juzga por ti mismo!


1 comentario:

  1. Hola! Tengo muchas muchas ganas de leer este libro así que me haré pronto con él! Gracias por la reseña, besos!

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