11 de marzo de 2014

Reseña: Y por eso rompimos, de Daniel Handler. Por la reina del drama.


Una de las gracias al coger este libro es que sabes como va a terminar. En ruptura. Porque ante una idea que se desinfla, lo mejor es destruirla.


Aquí viene lo que seguro se convierte en otra polémica reseña. Pero no voy a ser tan, tan destructiva, voy a justificarlo. Voy a justificar este 2, ganado solo por las ilustraciones y porque, literariamente, está bien escrito. En fin.



Al cerrar el libro pensé que no voy a leer más novelas para adolescentes, de este tipo a no ser que alguien de mucha, mucha confianza me la recomiende. Este libro obtuvo bastante repercusión por estar escrito en capítulos que el autor iba subiendo... ¿a Amazon? No sé si se esperaba la aceptación, no sé si al irlos subiendo ya tenía la novela entera o fue escribiendo sobre la marcha. Pero un libro que empieza arriba con diálogos achispados, situaciones peculiares, unos primeros capítulos que comparé con Las ventajas de ser un marginado, mi gran novela de referencia de este estilo, ya lo sabéis, luego se convierte en... drama romántico adolescente absurdo, en la más normal de las situaciones, algo tan manido y con tan poca identidad que resulta un insulto. Me estoy refiriendo al desenlace.



El libro está escrito en primera persona, a modo de supercarta que la chica, Min, escribe al chico, Ed, después de romper. Con lo cual, otra cosa no, pero la lectura es amena y fluida. Introduce muchisísísímas referencias de pelis antiguas, así como curiosidad, típico detalle que da personalidad a la protagonista.



Pero además de irse deshinchando lo que menos me ha gustado es... ¿la trama? ¿Por qué rompe con él? ¿Cómo trata a su mejor amigo? ¡Joder! Estaba blanco y en botella, lo del amigo. Lo del novio me esperaba algo más trabajado. Al lado de esto,  Eleanor and Park es un libraco.



Lo dicho, la historia es lo más... A todo el mundo le ha pasado. Y sabéis que no me meto con eso, que la habilidad de muchos autores es presentar algo corriente, mundano y contarlo de una forma que parece que te está descubriendo algo. No es el caso de este libro. Al autor le superan los pocos acontecimientos y no inhalas otra cosa aparte del drama adolescente mil veces visto.



Y aquí llegamos a mi exposición final. Los personajes son estereotipos. Y eso ya es raro para una novela de este palo, más drama indie. Pero con el final demuestra que no se la puede encuadrar ahí. La protagonista es una palurda, sus quince años, o los que tenga, no justifican tanta tontería. El chico me cae mejor aunque nunca le dejan explicarse. Ya sabéis, el jugador popular y la marginada. Joder, insisto, es mil veces mejor Eleanor and Park.


Min es insufrible, no puedo empatizar con ella. Y me molesta que haya personajes así porque la gente que lo lee sí que se identificará y solo promueve malas conductas. Como romper sin más, sin pedir explicaciones. Nada es tan simple, no digo que lo haga en el momento, pero por cómo acaba, con una pataleta, tirándole todas sus cosas a la puerta... ¿En serio? No se puede actuar así. Por eso no me gusta, defiende ese tipo de posturas que no hacen una sociedad mejor, como darle tantas vueltas a la cabeza que no sabes qué es real o lo que estás pensando. Si le has querido siempre merece la pena una conversación, ya estas jodido/a no tienes nada que perder. Así que lo aclaras, no te lo inventas. De verdad, odio las reinas del drama e insisto en que su edad no es una justificación.



Tampoco comparto, en absoluto, esto ya es más personal, que tenga la prota ese apego a la virginidad. Lo has hecho, pues no te sientas como si te hubiese quitado algo, como si solo hubiese disfrutado él, ¿en que siglo estamos? Ya sé que eso es muy cultural, muy americano, pero en serio que si te acuestas con alguien (que quieres) ganáis los dos por muy mal que lo haga, ¿no? ¡Bah!



No recomiendo este libro, solo ojead las ilustraciones y listo. No me gustan las actitudes de los personajes y creo que el que lo ha escrito es el mejor amigo enamorado de la chica. Lo dicho, resentimiento y nada de empatía femenina, solo lo superficial, lo manido, lo previsible. Dejando los pocos puntos ciegos sin revelar como el misterio de la madre de Ed. Alejaos de este libro.





¡Juzga por ti mismo!


2 comentarios:

  1. Hola!

    Estoy muy de acuerdo contigo. Me esperaba otra cosa con este libro y me he encontrado con un sinfín de tonterías adolescentes y unos personajes con los cuales no he he llegado a empatizar ni un momento.

    Gracias por la reseña y saludos!

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  2. Haced caso al título y rompedlo, ¿no? Buena reseña como siempre.

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