19 de agosto de 2014

Reseña: Mi espectacular ahora, de Tim Tharp. Edad de afrontar traumas.


Estaba condicionada por la película, pero con el libro de Tim Tharp ocurre lo que viene siendo habitual, que está mejor. Desde el punto de vista de un adolescente casi alcohólico profundizamos en sus  problemas y en sus sentimientos. Libro indie-drama-adolescente.

Como dije, la película The spectacular now, no me gustó especialmente. Teniendo en cuenta los temas que quería tratar y la trama en sí, creo que no llegamos a conocer a Sutter en realidad. Ahora con el libro leído, la película es bastante fiel, salvo por ciertas libertades creativas que no quedan del todo mal. Sin embargo, el personaje de Sutter en sí mismo es mejor el del libro. Porque sí, estamos ante un libro de personajes.

La historia es la mil veces contada. Último año de instituto, transición a la vida adulta. Época de cambios, de decisiones. Me gusta una frase de Sutter en el baile de graduación que dice: “Nunca vamos a ser más jóvenes que en este momento”. Algo muy parecido que en Las ventajas de ser un marginado. Pues bien, es que es de ese estilo.

El protagonista, Sutter, es un fiestero, un tipo amigable, con novias, que bebe mucho, se lleva mal con su madre, y que se pregunta dónde estará su padre después de que ellos se separaran. Tiene una novia que le encanta, Cassidy, que le deja por no comprometerse, por ser egoísta, por no anteponer los sentimientos de ella. Y él, por casualidades literarias, se topa con Aimee, una pardilla como dice él, complaciente e insegura. Y la vuelve su causa perdida. Se toma como labor hacer que coja seguridad, salga de fiesta, plante cara a su madre… Y al final se le va de las manos y acaban enamorados. Nada nuevo bajo el sol.

Me ha gustado mucho el estilo juvenil y natural de Tim Tharp, verdaderamente estamos en la mente de un chico de dieciocho años, la forma que tiene Sutter de mostrárnoslo es acorde con su edad y los pensamientos que debe tener un chico así. Con lo cual, además de estar escrito en primera persona, hallamos un lenguaje coloquial y cercano. Vamos, que te lo terminas en dos sentadas.

Sin embargo, igual que como me pasó con la película, el zenit del libro, cuando todo explota, que es el final, obviamente, me ha parecido demasiado melodramático. Mejor que en la película, pero aun así drama. Aunque es coherente con que luego el protagonista deje de beber tanto. Lo comprendo. De todas maneras el recurso es muy poco sutil. Y es que estamos ante un libro que posee un esquema narrativo muy básico, que al unirlo con una trama nada innovadora nos queda… un libro del montón, cuyo único punto fuerte son los personajes.

Lo siento, lo tengo que comparar con la película, el final no me ha gustado nada. Demasiado abierto, demasiado… Eso no es un final. Cuando un libro es de personajes queremos saber qué es de ellos. No es lo mismo con un libro que tiene una trama más o menos compleja, que al acabarla deja el destino de sus personajes abiertos. Tim Tharp ha optado por eso, después de un discurso del protagonista bastante escueto. Y al pasar la página no encontramos ni epílogo ni leches, sólo fin. Y la palabra estafa inunda mi mente. Eso no es un final. Sólo tengo preguntas, ¡bah!

Con lo cual, me temo que no recomiendo este libro. Está bien, está bien escrito, el protagonista muy bien perfilado. Pero no es nada nuevo, no aporta nada al género indie-drama adolescente, y aunque es corto y se lee con mucha facilidad, lo que siempre digo, hay muchos libros buenos esperándonos como para perder el tiempo en algo que no merece la pena.



¡Juzga por ti mismo!



0 comentarios:

Publicar un comentario

Copyright © 2014 No me gustan los números