13 de mayo de 2016

Crítica: Capitán América Civil War, de Anthony y Joe Russo. Team Cap.



Sin demasiadas expectativas entré en el cine, y salí con un subidón parecido al de Los Vengadores, pero... ¡más!
Tenía un pesado a mi lado que me estaba contando cuánto se parecía o no el cómic a la película. En fin, pero ya sabemos que Marvel coge el camino que le da la gana.

Con problema gratuito en un país subdesarrollado como detonante tenemos el conflicto servido. ¿Hay que controlar a los superhéroes? ¿Tendrían que estar al servicio de la ONU? ¿O deberían seguir siendo libres, pero intentando ser más responsables?
El tema es muy interesante, aunque siendo una peli de superhéroes se quedan en lo superficial del asunto, sobre todo cuando hablamos de la justificación de Iron Man, pero bueno, tengo imaginación, empatía máxima, puedo entenderle, sé que no es solo porque se le ha acercado una señora y le ha dicho que su hijo murió por los destrozos en Sokovia y era un futuro científico. 

Los bandos están servidos. Al Capi, que siempre ha sido el más responsable, no le gusta un pelo eso de firmar y depender de otros para las misiones, y es una postura coherente, podemos imaginarnos que, como ha sido soldado, sabe lo que es que le manden a sitios con objetivos que no comparte, y no quiere renunciar a su libertad.

Pero la gracia de la película no es el posicionamiento en un bando u otro, ni los motivos de cada uno, que ya os digo son superficiales, sino el egoísmo que rezuman. Hasta ahora, a pesar de las chanzas ,todos han servido a un fin mayor: salvar el mundo. En Civil War se mueven por sus propios intereses, lo que vuelve a la película imprevisible, no sabes hasta dónde van a llegar, en qué momento se les va a cruzar... Sí, lo mejor de la película es la tensión narrativa, muy bien llevada a pesar de ser una peli de superhéroes donde el público sabe que «no muere nadie». Salvo Mercurio, claro (por ahora, ¡esto es Marvel!).


¿Se trata del capitán América o Los vengadores 3? Pobre Capi, pero supongo que nos tenemos que ir despidiendo —y mucho mejor, dicho sea de paso— de las pelis de un solo superhéroe, ya son tantos que lo lógico y lo coherente es que aparezcan con más o menos relevancia en todas. 
Aun así, el Capi en esta tiene más carga dramática, porque tiene que defender y creer todo el tiempo en su amigo El soldado de invierno, algo muy entrañable —Bromance servido— y tenso. 


La dificultad, entre otras cosas, era que con tantos superhéroes no ocurriera como en los cómics, dijeran una frase que justificara su aparición y ya. En su mayoría no es así. Quizás el que aparece con menos relevancia es Ojo de Halcón, pero se perdona. El resto están más sólidos, tanto los que vienen de visita como los secundarios de la película. 

Impecable la introducción de Spiderman, mira que me cae bien Andrew Garfield, pero hay que reconocer que a Tom Holland le sienta muy bien el traje, interpretativamente hablando, está cómodo, bien dirigido, resulta divertido y coherente. Se han permitido cambiar la imagen de Tía May, pues muy bien. (Todo el mundo quiere que salga una película de Spiderman con Iron Man de mentor, ¿verdad?).
Pero no es el único personaje que han introducido. ¡Tenemos uno nuevo! La Pantera Negra, que desde el principio lucha por vengar a su padre. Lo que digo, los motivos de todos son egoístas.


El personaje, de los secundarios, más desaprovechado es Wanda. La bruja escarlata está muy diluida, por mucho escote que haya y perfume a romance con Visión. Parece que los superhéroes o los personajes femeninos solo están para ser besados. Es el caso de Emily VanCamp. En fin... Wanda. ¿Por qué está usada como telequinética si en La era del Ultrón manipula la realidad? Cuidado que como se ponga al lado de Jean a ver quién las distingue. 


Y el malo, qué bien se le da a Daniel Bruhl poner cara de malo. Aunque parece un peón al servicio de la trama, él le da calidad interpretativa. 

Civil War mantiene una carga dramática superior a todas las anteriores, y el clímax nos hace agarrarnos a la butaca con las uñas porque Iron Man está muy enfadado. 


Y el despliegue audiovisual no defrauda. Es cierto que algunas coreografías están emborronadas, pero por ejemplo la lucha de todos contra todos, difícil, está bien llevada, alternando planos generales con combates individuales. Y la lucha que importa, la del final, es intensa y dura para lo que nos tienen acostumbrados. Bien. 

En fin, sales del cine bien arriba, con películas como esta no entiendo cómo hay quienes afirman sin despeinarse que no les gustan las pelis de superhéroes. Entretenimiento puro. 

¡Juzga por ti mismo!

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