5 de septiembre de 2017

Crítica: Juego de tronos, 7º temporada.

Se ha dicho y hemos hablado tanto de Juego de Tronos que parece hasta innecesario escribir una crítica, pero luego, cuando llegue la octava, me gustará releerla, así que aquí va lo que me ha parecido esta vertiginosa temporada.


Como hice en la crítica a la sexta, voy a analizar las tramas por territorios. Además, acordándome de la sexta, creo que lo mejor de esta es que haya sido más corta porque… (Cuidado con los spoilers).

Rocadragón

Daenerys llega a Rocadragón, su «legítimo» hogar. Daenerys… Emilia Clarke… ojalá casting hubiera elegido en su momento otra actriz si iba a ser tan relevante, su interpretación sigue dando mucha pena. En fin, Daenerys. A Daenerys ahora le sobran los aliados. Están las serpientes de arena, está Olenna, todas están con ella. ¿Qué hacen? Pues ponerse delante de un mapa y jugar al Risk. Porque sus ejércitos llegan a la misma velocidad y no saquean —porque el oro lo sigue teniendo Cersei—, así que Daenerys solo juega al Risk.


En esta temporada, en general, todos los personajes son principales, no hay secundarios —y los que hay llevan capuchas y no tienen diálogo—, así que llama la atención que su otro gran consejero, Guasano Gris, se pase la temporada teletranspor… digo, viajando. Sin ningún peso. Tyrion es cada vez menos Tyrion, ¿dónde están sus bromas? Ni siquiera en el reencuentro con Bronn, pero claro, lleva la voz cantante y la sensatez a nuestra reina dragón, que lo único que quiere, al parecer, es quemar Desembarco. Oye, que Daenerys es lo suficientemente lista, o eso pensábamos, para unir tantos pueblos, no me creo que ahora necesite el consejo de Tyrion para todo.


Dejando claro que esta temporada se han dedicado a cerrar tramas y cabos sueltos, Daenerys ha hecho justo lo que me esperaba, por fin ha llegado a Poniente y, si se tenía que unir a alguien, ¿a quién iba a ser? Pues, para regocijo de fans, al Rey en el norte. Fanfic hecho serie, oigan.



Invernalia

Jon Nieve, o cómo a pesar de ser rey se mete en todos los fregaos. En esta temporada Sansa es la verdadera señora de Invernalia y del Norte, pero evidentemente esto no es relevante. No vaya a ser. Jon viaja a Rocadragón en el capítulo tres a pesar de que Sansa, ahora convertida en miniCersei, no quiera. Eso da igual. Viaja a Rocadragón, conoce a Daenerys, se reencuentra con Theon, con Tyrion, con… Y luego parte al otro lado del muro sin pasar por la casilla de salida, esto quiere decir que no se digna ni a avisar a Sansa. Esto solo ocurre para meternos una subtrama vomitiva de Meñique instando a Sansa a autoproclamarse reina porque Jon no está, bla, bla, bla…


Sansa no solo tiene que aguantar a Meñique, aparece su hermano Bran que se despide como quien no quiere la cosa de un gran personaje muy ninguneado como ha sido Meera. Y descubre que su hermano no es su hermano, sino que se autodenomina cuervo de tres ojos, algo que ni le explica mucho cómo funciona ni tampoco usan. Más bien ha sido como: vamos a mover a Bran a Invernalia y nos olvidamos; sí, sí, sí.

Pero el reencuentro en Invernalia culmina con Arya, que oye, en su camino intrascendental a Desembarco, que Jon es el rey en el norte y, claro, allá va. Y qué hace Arya, pues incordiar a Sansa injustamente para provocar el golpe de efecto del último capítulo. El resultado, la sororidad entre ambas hermanas, es de lo mejorcito de la temporada, pero cómo han llegado allí es un mojón.


Así que Sansa esta temporada, a pesar de empezar como una miniCersei, ha evolucionado, es una adulta y ha actuado con inteligencia, me ha gustado mucho. Se lo debían a este personaje. Martin seguro que tiene pensado algo totalmente diferente, pero que acabe como Reina en el Norte —que es como tiene que acabar—, pues me encanta.

Un mínimo apunte: cómo de innecesario fue el combate entre Brienne y Arya. Mucho. Me hace gracia que alguien con tanto potencial, siendo ya un sinrostro, se quedé en Invernalia y ya. No sé qué esperan hacer los guionistas con ella, pero, después de todo lo que ha pasado, no puede ser solo la verduga de Sansa. ¿O qué?



Más allá del muro

Jon vuelve a cruzar el muro sin pasar por Invernalia, como decía, porque se les ha ocurrido un plan brillante, capturarán un muerto para que Cersei vea que la amenaza es real y así acepte la tregua.


Bueno, este viaje es como una partida de rol. Y, por supuesto, vuelve a ocurrir un Gandalf. Además, igual que en la temporada anterior. Daenerys les salva a lomos de su dragón —que si ha tardado tan poco en llegar ya les podía haber acercado ella o Gendry corriendo, ¿no?—, pero Jon, da igual que sea Rey y que no debiera estar allí, se quiere hacer el héroe, y ella tiene que irse después de salvar a los demás. Jon se queda, pero sabemos que no le va a pasar nada, es Jon Nieve, cómo se salvará nuestro campeón, pues por Manosfrías, ¡otra vez! Aparentemente ha muerto, veremos si en la octava no lo vuelven a usar.


Este viaje es un despropósito. Es cierto que se han meado durante toda la temporada en la cuestión del tiempo y las distancias, ¿para qué? Pero aquí es donde más se ve. Todo sirve a la trama. Todo es para provocar lo que ocurre, da igual que nada más tenga sentido, pero tenemos que llegar al punto B. Eso sí, espectacular ese último capítulo con el muro y el dragón. Pero seguro que había formas más convenientes de hacerlo, más reales, más verosímiles.

Desembarco del Rey

Cersei, mi amada Cersei. Después de reventar Desembarco poco más puede ofrecernos. Creía que iba a empezar el declive de este personaje, pero han aguantado. A Cersei ya todo le da igual, le da igual que la vean con Jaime, le da igual todo. Se ha desmarcado al máximo del personaje del libro y sigue siendo totalmente despiadada, casi gratuitamente.


Se alía con Euron, que ha hecho la flota con piedra al parecer, y se la ofrece a Cersei. Aborda la de su sobrina y acaba con las serpientes de arena. Todo casi en una escena. Cerrando capítulos, mandando a actores a su puta casa. Un final bastante lamentable para las serpientes, con lo mal que las han tratado en la serie, ninguneadas hasta el extremo y obviando a ese Targaryen desaparecido, no me extrañaría que Martin diera más importancia en los libros a estos personajes —en un futuro, si es que hay futuro— por escribir de otra cosa. En fin, que mueren.

Cersei necesita oro porque necesita un ejército, quién tiene oro, pues los Tyrell, así que ahí manda a Jaime, que llega en un momentito a por Olenna —que no sé por qué no está protegida por Daenerys— y la mata y se lleva su oro.

Oro que Daenerys no necesita cuando ataca la caravana con su dragoncito. Todo muy absurdo. El caso es que Cersei tiene su oro. Su reencuentro con Tyrion es decepcionante, aunque la calidad interpretativa de ambos, tanto de Lena Headey como de Peter Dinklage, es gozo máximo después de tener que aguantar tantos primeros planos de Emilia y Kit.


Cersei no quiere una tregua; y hace lo que su personaje nos tiene acostumbrados, engañar. Pero provoca, algo que me ha sorprendido y me ha dejado con muchas preguntas, que Jaime se vaya. Entonces, ¿la profecía? ¿Será su embarazo la profecía? Creo que Cersei, en cualquier caso, tiene los días muy contados, y me encantaría y lamentaría a partes iguales que fuera de los primeros personajes relevantes en morir en la última temporada. Ya sabéis, nueve meses en la serie es medio capítulo.

Jaime es un peón y ya sabemos que hace las cosas por amor. Veremos qué le depara su nueva etapa.

Por lo demás, Sam vuelve a Invernalia después de dejar, hasta las narices como estaba, a los maestres. Refleja a la perfección el panorama universitario. Y por supuesto llega también en un momentito.

El último capítulo con el reencuentro en Desembarco de prácticamente casi todos los personajes es descafeinado, me esperaba más pulsos verbales. El primer careo entre Cersei y Daenerys es… sosísimo.

Como pasó en la última temporada, los dos últimos capítulos son espectaculares. Nos dejan bien arriba, para que nos olvidemos del mojón que ha sido el resto.

En fin, muchas preguntas para el desenlace. ¿Le molestará a Daenerys y a Jon ser familia? —porque se daba mucho entre primos, pero, claro, tía sobrino…—. ¿Sobrevivirá alguien? Lo que dije en la sexta se ha cumplido ya en esta y se seguirá cumpliendo: «No sé si es que ya tienen el final y quieren llegar a la octava temporada y al desenlace rapidito o qué, pero huele a final y a dragones contra caminantes».


Último spoiler y pregunta al aire. ¿Como en la serie no hay un tercer Targaryen se han quitado de en medio a un dragón «sutilmente»? Así quedan solo dos dragones como los dos Targaryen. Como los guionistas leen mucho internet, aprovecho y digo que quiero ver a Jon montando un dragón, y prontito.


Aún con todo, creo que esta temporada ha sido de las peores; por mucho fanservice, el ritmo de la narración ha sido precipitado, no ha habido tensión, todo era cerrar y acabar pronto que tengo que fregar. Así que, si has llegado hasta aquí, pues hay que verla, pero con ninguna expectativa. 

¡Juzga por ti mismo!

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