Camino de las estatuillas: Crítica de La teoría del todo, de James Marsh. Una ecuación resuelta.
Conmovedora, ingeniosa, entrañable,
visualmente cálida y perfecta, y con unas actuaciones que llenan la pantalla.
Me ha encantado.
Con esta película me ha pasado lo
contrario a The imitation game. Me esperaba una película sensiblera, dramática,
triste… Pero no es nada de eso. La teoría del todo es más que una película de
superación, simplemente es la historia de Stephen Hawking y su dura y adorable
mujer Jane. Es una historia sobre personajes, sobre obstáculos, sobre la vida.
Y si encima está filmada con incomparable gusto hace de esta película un must y una clara candidata a todo a lo
que está nominada.
Lo primero de lo que me he dado cuenta es
que no sabía nada, más que lo esencial, de Stephen Hawking, y lo esencial no
incluía que fuera británico. No, no soy una gran seguidora de su carrera.
Partiendo de ahí me ha encantado la historia. Porque al tenerlo tan fácil para
hacerlo dramática —para hacer llorar, vaya—, no lo hace. Nos muestra la
realidad de su enfermedad sin cebarse en planos eternos de sufrimiento, por
ejemplo. De hecho, Stephen Hawking me ha parecido un cachondo, y la tendencia a
hacerlo agradable, sarcástico y, en varios momentos, gracioso, ha aumentado mi
satisfacción una vez llegado a su fin.
Otro punto que es obligatorio mencionar es
la actuación de Eddie Redmayne. Yo sigo a este actor, me encanta, tiene muchos
registros. Pero aquí, aquí es indescriptible. He acabado con contracturas y
dolor de cuello de verle tenso, emulando las posturas a la perfección. El mismo
mérito tienen el equipo de maquillaje por la caracterización. Es brutal y
merece ser galardonado. Una pena que compita con roles tan fuertes y buenos.
Su mujer, interpretada por Felicity Jones,
me ha sorprendido gratamente. Es todo un ejemplo de fidelidad, de compromiso… Y
Felicity, es un espejo, facilita la empatía, no está forzada en ningún momento,
es elegante y maravillosa.
Esta película también cuenta con grandes
secundarios: David Thewlis, para los fans de Harry Potter el profesor Lupin, es
también profesor en esta; Charlie Cox, es raro, este chico siempre hace esos
papeles (guiño por Boardwalk Empire).
De hecho, la relación que mantiene Jane
con Jonathan, el personaje de Charlie Cox, me ha parecido muy real y muy bien
llevada, sutil.
Y es que la sutileza impregna toda la
cinta. Y es de agradecer que te den pistas visuales y no te lo narren. Que lo
dejen para sobreentenderlo. Que no te lo den todo mascadito. Eso, junto a los
filtros, al color, a los planos, al gusto en general es lo que más me ha
gustado.
Enfatizo que el discurso, que en otras
manos hubiera sido lacrimógeno, en las de James Marsh resulta conmovedor y a la
vez motivador, es difícil de explicar, simplemente nos están contando con
humildad una historia que te va cautivando fotograma a fotograma, y entremedias
chistecillos británicos que amenizan y son simpáticos.
Con lo cual, está claro que me ha
encantado. Ya que los Globos de Oro son en unas horas diría que Eddie Redmayne
se merece la estatuilla, Felicity Jones también, el globo a mejor película se
lo podría también llevar de manera justa respetando a las demás. A los Bafta
también será una clara favorita, desde luego espero que no la gane The imitation game, que al lado de esta es una peli para televisión.
Así que, sí, la recomiendo. No es una peli
cruda, es preciosa visualmente, narrativamente más que correcta, una película
de personajes, real. Es lo mínimo que se pide para un biopic, que tenga un buen
guión y rezume realidad. Una realidad entrañable y conmovedora.
¡Juzga por ti mismo!
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