Reseña: Misery, de Stephen King.
Odio hacer reseñas de «clásicos» porque
está todo dicho y sirve para manifestar mi estupidez por no haberlo leído
antes. Bueno, me da igual lo que penséis, yo leo de todo y cuando quiero. Y
Misery es un libro buenísimo que todo el
mundo debería leer.
Es Stephen King, así que las
recomendaciones de este libro no fueron pocas, pero soy una rebelde y no les
hice caso hasta este verano, que encontré una edición antigua que invitaba
mucho a leer y me sumergí en Paul.
Juzgarme, pero es el primer libro que me
termino del señor King. Lo intenté con La Cúpula y llegué a la mitad, pero
decidí que el misterio no me interesaba tanto y para leer un libro de
relaciones entre personajes con pasados tormentosos prefiero a otro autor.
Por suerte Misery es completamente
diferente, lo es porque en él sólo hay dos personajes. Casi cuatrocientas
páginas, dos personajes… sí, es la media de Stephen King.
Lo que más me gusta del libro es que parte
de algo muy sencillo, también muy casual —y eso lo odio—, como es que una loca
de los cojones se encuentre a su autor favorito cuando éste acaba de tener una
accidente de coche, lo lleve a su casa y lo retenga contra su voluntad. Esto
podía haberse quedado sólo en un relato y lo ha estirado hasta conseguir
cuatrocientas páginas. Pero no lo ha estirado como tal, al libro no le sobra
nada, mantiene un ritmo perfecto. De sobrar, quitaría las largas páginas de la
historia paralela que está escribiendo para ella, pero bueno.
Y eso es tremendamente difícil. Es difícil
que la historia sólo transcurra en una habitación o en una casa, que los días
sean distintos y no fotocopias, que el libro avance sin más elementos que esos
dos personajes. Esto es lo que diferencia a Stephen King, que aparentemente es
un escritor prolífico, al que no le cuesta nada escribir ni alargar las
historias y luego te sorprende con un libro usando técnicas narrativas
distintas.
Lo comentaba mientras lo leía, este libro
lo puede disfrutar todo el mundo, claro está, pero a los escritores les va a
llegar más, la empatía va a ser absoluta. Sus bloqueos, el apego al libro, las
técnicas creativas que usa, la terminología…
Está escrito en tercera persona, pero el
protagonista es Paul y la historia está narrada desde su visión, como si de una
primera persona se tratara, meritorio porque no repite hasta la saciedad su
nombre, no cambia de narrador… En fin, que está bien escrito. Y, como todos los
libros de King, con un lenguaje coloquial y accesible, natural, que lo hace muy
fácil de leer.
¿Es un libro de terror? No, no lo es.
Annie está loca y hay momentos de tensión máxima e incertidumbre, o
claustrofóbicos como cuando le encierra en el sótano a oscuras con las ratas y
él empieza a alucinar y a ver sombras… Puede considerarse un tipo de terror, pero
es la tensión psicológica característica de King.
El conflicto del libro y lo que te hace
pasar las páginas a toda velocidad es ¿lo consiguió? Como en el juego que tanto
menciona Paul. ¿Va a conseguir el protagonista escapar y cómo? Y mientras
llegas a ese desenlace profundizas en los dos personajes de la historia. El
escritor de éxito y la loca de los cojones. Huelga decir que Annie está muy
bien hecha, es creíble, es estupenda, un gran personaje.
Y lo mejor del libro, como buena historia
de acontecimientos, es el final. Aquí está toda la carga narrativa. Los dos
tercios anteriores se podrían resumir en las miserias (eh, eh, eh) que pasa
Paul, lo que va ocurriendo. Pero cuando comienza el desenlace sube el
dramatismo, se entremezcla el presente con los pensamientos más retóricos del
escritor, manteniendo un ritmazo. Es espectacular cómo está narrado. Otra cosa
es que te guste lo que ocurre. Yo que soy amiga de la tragedia preferiría que
todos hubieran muerto, pero bueno eso es secundario.
Y con tanto analizar no he contado de qué
va el libro… pues veréis, va de un escritor que es secuestrado por una antigua
enfermera cuando éste tiene un accidente. Annie le retiene en su casa, le «cura»
y le obliga a escribir un libro para ella, una última parte de la saga que le
ha hecho famoso y que él ya había considerado terminada. Fin.
Sencillo, siniestro y muy recomendable.
Sobre todo si escribís, este libro es obligatorio.
¡Juzga por ti mismo!
0 comentarios:
Publicar un comentario