5 de diciembre de 2015

Mis lecturas del mes... (noviembre 2015)


Un mes más, tengo la sensación de que este me ha cundido, pero ha sido porque me he terminado la segunda parte de nacidos de la bruma y ha sido una liberación.

Terminados


Historias cortas de intensa ficción #11, #12 y #13

Los tres folletines nuevos son cada uno de una temática diferente, cada uno para un momento y los tres se leen fácil y divinamente.

La verdad tras la desaparición de Alice L., de Alejandro Morales Mariaca. Es la sorpresa. Un caso de Sherlock Holmes muy cuidado, entretenido y trepidante. Al margen de adjetivos de solapa, este relato es de lo mejorcito que ha pasado por esta colección de Historias cortas de intensa ficción, y mira que Sherlock Holmes no es santo de mi devoción. El Sherlock que crea Alejandro, mezclándolo con lo sobrenatural lovecraftiano y ese espejo... Muy, muy recomendable.
Todo sigue igual, de Jorge Fernández Pérez mezcla ciencia ficción con el noir clásico. Una historia sencilla que se lee con facilidad.
El Pastel, de S. Barker. Aporta el punto divertido. Es un relato de ciencia ficción y humor. Digamos que toda la trama gira en torno a un pastel, el protagonista necesita ese pastel. Claro, luego se topa con especies que dificultan ese objetivo... ¡Muy divertido!



Universo de Locos, de Fredric Brown.

Ya lo habéis leído en la reseña, este libro me ha encantado, por su ingenio, la originalidad, la ironía, el humor... Es ciencia ficción y es humor. Tan, tan, tan recomendable.

El protagonista es editor de una revista de relatos que de repente se ve transportado a otra dimensión, y ahí empiezan sus aventuras. Lo que parece un absurdo luego se convierte en un texto coherente que, tanto los que les gusta la ciencia ficción como los que no, hay que leer.


La capa, de Robert Bloch.

El relato La Capa, incluido en El que abre el camino, fue una de las lecturas propuestas del Club de lectura del mes pasado. Me encantó. Mira que es una historia simple, muy de Halloween, pero está tan bien escrito. Entra solo. 
A pesar de ser una historia poco original, con una estructura lineal y sencilla, el relato cumple su función y lo disfrutas. Protagonista busca disfraz para fiesta de Halloween, entra en tienda siniestra, compra prenda siniestra (la capa), va a fiesta, empiezan a verle como un vampiro demasiado real. Simple y efectivo. Lo que adereza este relato, es la forma en que está escrito, con mucha ironía e inteligencia y cómo describe a la sociedad de la época. A pesar de estar ambientado en los años treinta, podía ser una fiesta de los años veinte o de nuestro tiempo. Como decimos siempre, ha envejecido muy bien y las motivaciones de la gente no han cambiado. 

Sin duda seguiré con este autor, por eso me gusta leer relato, porque encuentras nuevos autores con los que entusiasmarte.


El destructor negro, de A. E. Van Vogt.

Este relato, en cambio, no me ha gustado tanto. Lo elegimos porque fue la inspiración de la saga Alien. Y las películas son un ejemplo perfecto de cómo se mejora una idea. 

Tampoco voy a quitarle mérito al relato. La originalidad reside, indiscutiblemente, en que hay partes que están escritas desde el punto de vista del monstruo y los humanos, claro, parecen estúpidos y muy intercambiables (aunque haya gente que sí recuerde sus nombres). Sin embargo, el relato no es fluido, puede resultar confuso y hay partes que no sabes dónde situar la acción. Y por supuesto la trama... en fin. No es el mejor relato de ciencia ficción, aunque es evidente que Prometheus bebe de él. 



Blackwood: Piel y Huesos, de Jaume  Vicent.

Lo tengo pendientísimo de reseñar. Es un libro de terror muy atmosférico y con un ritmazo. A veces nos encontramos con novelas que les cuesta arrancar, con un principio muy introductorio... Pues a Blackwood no.

Recupera la figura del wendigo y, aunque el esquema es sencillo: pueblo en las montañas, una desaparición, un retorno y cosas raras, la fuerza reside en cómo está escrito, conciso y muy atmosférico. Va dando voz a varios personajes protagonistas sin renunciar a la fluidez. Y con un finalazo, me encanta.

El pozo de ascensión (Nacidos de la Bruma, 2), de Brandon Sanderson.

Por fin lo terminé. Qué alivio. Lo expuse claramente en la reseña. A esta segunda parte le sobran cuatrocientas páginas. El nudo parece haber sido escrito por otra persona, no por Sanderson. Subtramas insustanciales que nos distraen del objetivo y que no entretienen ni aportan nada.

Lo peor es que me tengo que leer el tercero para acabar de una vez. Pero lo voy a dejar reposando un tiempo.

En serio, leeros solo El imperio final, es autoconclusivo y guay, no sigáis.

Por terminar


El misterio de Salem's Lot, de Stephen King

Ya dije que Stephen King me estaba haciendo ojitos. Escogí este aleatoriamente, con la premisa de que fueran menos de ochocientas páginas. 

Y, aunque llevo poquito, me está gustando, ¿cuándo dejé de odiar las historias de escritores y cuándo empezaron a gustarme? Bueno, tampoco voy a generalizar, me gusta el estilo y la naturalidad que le da King.




El que acecha en el umbral, de H.P. Lovecraft.

Me gustan los relatos para el autobús. El que acecha en el umbral son tres relatos relacionados sobre una misteriosa casa. Es verdad que el esquema de los mitos suele ser el mismo; me da igual, siempre es una buena lectura y mete algún elemento curiosete. En este, a los indios.






Este mes, más que el anterior, vuelvo a rodearme de ciencia ficción y terror. Voy por rachas.

¡Disfrutad!

1 comentario:

  1. Mil gracias por las palabras tan amables. Un gusto que mi historia haya sido de tu agrado.
    Saludos.

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