17 de septiembre de 2012

Los clones de Grey

“Después del éxito de Cincuenta Sombras de Grey…”

Mismo género, misma portada, mismo grupo editorial y misma fecha de publicación, ¿pero qué c…?


Lo iba a ignorar, iba a seguir mi camino, me iba a desmarcar de este género que estoy ligando demasiado a mi persona; pero el tiempo libre es muy caprichoso y brujuleando por la blogosfera he llegado a Treinta noches con Olivia y no podía detener mis dedos. ¿Qué clase de broma es esta?
Di a parar con una reseña, no lo conocía, pero me resultó demasiado familiar con la portada de Silvia Day que sí que había visto en las librerías… Pues bien, con un simple click ambos libros te llevan a la editorial Planeta, mismo género, misma portada y misma fecha de publicación. ¿Estamos locos?
Desde luego, Treinta noches con Olivia es el claro ejemplo de una comunicación más focalizada en su publico objetivo, por el simple hecho de ser de la colección Esencia, ¿tendrá algo que ver la nacionalidad de la autora? (española). Ironías aparte, No te escondo nada sigue, o Planeta quiere que siga, los mismos pasos que Cincuenta Sombras de Grey. ¡Qué hartón!
Me encuentro saturadísima y eso que sólo es el principio de este resurgimiento del género. Pero, por favor, señores editores, piensen un poco más en las portadas, con las posibilidades que tiene el mundo del diseño.
Es más, leí un artículo que hablaba de este nuevo boom, y otorgaban parte de su éxito a la “elegancia”, a la discreción de sus portadas. Que no es un highlander sin camiseta, vaya. Estoy en parte de acuerdo, entiendo que la gente le de vergüenza pasear por el Metro de Madrid la portada de un maromo cachas; y que Grey, con toda su bazofia, nos ha traído algo bueno como el diseño de su portada. Eso es una cosa, otra es poner la misma portada a dos libros… ¿iguales?
No es cuestión de buscar culpables, aunque Sylvia Day lo publicó antes y mantiene la portada de su país. La cuestión es el concepto de originalidad y no chupar del bote. Porque sí, Cincuenta Sombras ha vendido muchísimo, pero también la mayor parte de las críticas son negativas. ¿Ese es el precio? Dejando la falsa moralidad a un lado, mi vena publicista critica esta falta de tacto, algo que por lo menos desde fuera se ve fácilmente solucionable.
En definitiva, me declaro en huelga de lectura y, sobre todo, en compra de este género. Yo es que soy muy rebelde. No por las autoras, que siempre han estado, sino por las editoriales. Así que el género erótico se une a la distopía juvenil, ¿qué será lo siguiente?

2 comentarios:

  1. La consecuencia negativa de esta nueva moda es el rechazo total de los lectores, que no se pararán a pensar en si alguno de los libros de Estilo Grey es realmente bueno :(. ¡Ay!

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    1. Por supuesto, siempre pasa igual. Todos los booms tienen algo bueno y algo malo. Lo bueno es que acercan el género al público que no está acostumbrado a leerlo, como pasó también con el Código Da Vinci; lo malo es la saturación absoluta, que sí que puede que nos prive de buenas novelas. Aunque yo pienso que si no se han publicado antes y lo hacen ahora aprovechando un tirón... salvo excepciones, muy buenas tampoco son. ;)

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