27 de diciembre de 2012

Reseña: El Juego de Ender, de Orson Scott Card



Imprescindible. Lo primero que se me ocurrió después de leerlo fue cuestionarme por qué narices no lo había leído antes. Pura ciencia ficción.

El juego de Ender era para mí un ente. Un libro que sabía que tenía que leer. Estaba en la lista de todos esos libros obligatorios, rozando los clásicos, en los que hay que zambullirse para tener una buena base literaria. Pero es mucho más que eso. Es entretenimiento, es intrepidez, es una disyuntiva tras otra. Es Ciencia Ficción con todas sus letras.

No voy aportar nada que no se haya dicho ya sobre este libro. Justamente laureado nos cuenta la historia de un niño que fue concebido para salvar el mundo, por lo menos el nuestro. Me rio sola pensando que si hubiese sido escrito hoy en día, hubiese ido a parar a la apestosa estantería de los libros juveniles rodeado de vampiros cursis y jovencitas con problemas muy serios de identidad y autoestima. Por el simple hecho de que el protagonista es un niño, un chaval de seis años. ¿Hubiese destacado, hoy por hoy?

Me guardo las preguntas retóricas y me dedico a alabar un poquito más esta joya de culto. Total, para eso estamos. Me ha llamado la atención muchas cosas. No os voy aburrir enumerando todas porque ni siquiera me acuerdo, de eso que os libráis. Destaco la estructura argumental. Orson engloba un periodo de unos cuatro o cinco años. Sin utilizar muletillas, con la misma naturalidad y agilidad con la que pasas las páginas. Ender evoluciona, y el lector con él. Profundizando en los engranajes de la historia sin bajar el ritmo un solo segundo.

El otro día lo comentaba, hay un rasgo muy característico y que me ha sorprendido mucho. Lo voy a comparar con Harry Potter por rozar a veces su ingenuidad. A Harry se le presenta un problema, el lector piensa: “otro handicap más”, Harry cree que no hay solución para ese problema, el lector sabe que sí la hay porque quedan muchas páginas y es el protagonista, Harry milagrosamente resuelve el problema con honores, el lector ya se esperaba que de algún modo esto fuera a ocurrir. Pues  bien en Ender no. A Ender se le presenta un problema, el lector piensa: “joder, pobre, siempre le pasa algo”. Ender encuentra la solución, o en su defecto se resigna, se adapta y sigue con su vida y su trama. El lector aplaude su diligencia y le agrade infinitísimamente al autor que no pierda el tiempo en subtramas insustanciales. Y ahí amigos, está una de las claves de este must, que el autor, Orson, focaliza al máximo, no deja espacio a la dispersión. Tiene una historia y sabe como contarla y en qué momento.

Los personajes. Rara vez me gusta un protagonista. Ender no es que me caiga especialmente bien. Es el héroe atormentado, está preso de su destino, como tantos y tantos otros. Pero, entre muchas cualidades, me quedo con la inteligencia de Ender, rasgo presente en casi todos los personajes. Hay mucha estrategia militar, y te sorprendes a ti mismo pensando “oh, me apetece jugar al Risk”. Sus compañeros se convierten en sus amigos, ya que como buen protagonista atormentado, cree que no los tiene, pero le quieren y le idolatran todos. Me quedo con Bean y con Dink, porque me caen bien. Los profesores ya es harina de otro costal, a veces parecen buenos, otras malos… rezuman ambigüedad. Pero si me quedo con un personaje solo, es con Peter –qué puedo decir, me encantan los malos-. Tanto Peter  como Valentine (hermanos de Ender) tienen gran trasfondo, pero Peter… es un genio, un estratega, un pensador, despiadado pero inteligente.

Es alucinante, pensándolo en frío. Pasado un tiempo prudencial me doy cuenta, más aún, de lo mucho que me ha llenado este libro. Y no me considero una seguidora de la estrategia militar, con todo el respeto hacia Sun Tzu, pero es tanto el peso y la complejidad de la trama que se deja a un lado. A parte, por supuesto, que las clases de Ender resultan entretenidas. Y aquí viene otra parte a destacar del libro, cómo está escrito. La facilidad del lenguaje que no deja de ser fluido, cercano. Tanto en la voz de Ender como en la de los profesores que encabezan cada capítulo. Recurso, añado, muy interesante que ayuda mucho a introducir la trama y complementarla.

En definitiva, que no os pase como a mí. No dejéis que pase el tiempo. Leedlo cuanto antes. Tanto si os gusta la ciencia ficción como si no. Porque Orson hace de la manipulación un arte y sus personajes son presas de ello en todas sus páginas. 
¡Juzga por ti mismo!

4 comentarios:

  1. Pues sí que me está pasando como a ti. Lo tengo muy muy pendiente desde hace tiempo, y lo voy dejando sin saber por qué. Y ahora tras leer tu reseña me han vuelto las ganas de ponerme con él. Tantas alabanzas no pueden ser gratuitas, y por lo que dices tiene la suficiente calidad como para no ser una obra más de "ciencia ficción para jóvenes".

    Gran crítica.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te animo a que lo leas. Porque si no es suficiente aliciente de por sí la historia, el año que viene estrenan la película, y siempre es mejor leer el libro antes del boom, que para bien o para mal acaba condicionándote.

      Un saludo!

      Eliminar
  2. Acabo de encontrar tu blog ,buscando reseñas de ender porque me lo acabo de terminar y hoy pondre la reseña ,casi simpre leo reseñas despues de terminar el libro ,para que no me influya.
    Estoy de acuerdo contigo en todo ,auque a mi Peter no me gusto jaajja Valentine si.Es genial el libro y yo adoro la ciencia ficcion

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. También te ha gustado? No es para menos ^^ Es cierto que las reseñas condicionan, pero no vamos a comprar a ciegas. Si tienes dudas sobre un libro es lo mejor, te lees unas cuantas y sabes a que atenerte :D

      De este está claro que no se puede tener ninguna duda, un must de la ciencia ficción!

      Nos leemos, un beso!

      Eliminar

Copyright © 2014 No me gustan los números