Reseña: Marca de nacimiento, de Caragh M. O’Brien. Sin sustancia.
Una distopía simplona con unos
personajes carentes de toda inteligencia y una trama floja, a veces
incoherente, en la que la protagonista va dando saltos sin encontrar su lugar.
Lo sé. Otra distopía… Me había
impuesto, después de mi decepción con Divergente, no leer ninguna más, pero
esta la tenía en la estantería y es cierto que me lo compré antes. Pues bien,
las comparaciones son odiosas, pero para que me entendáis se parece más a
Divergente que a Los Juegos del hambre.
Como viene siendo habitual,
estamos ante una buena idea. Una chica con media cara quemada, Gaia, es
comadrona como su madre. Vive en un pueblo a los pies de la muralla del
Enclave, un símbolo de riqueza y civilización. Ellos por su parte, malviven sin
agua corriente y sin electricidad. Se ven obligadas, por cada barrio, a dar un
número de niños recién nacidos al Enclave, porque éstos los cuidaran mejor, no
les faltará de nada y la familia a cambio pues recibe incentivos, por ejemplo
comida.
Una distopía. El tema de los
bebés podía dar mucho juego, pensé. Qué ingenua… Desde el principio de la
novela, la protagonista, se enfrenta a la disyuntiva de entregar al bebé o
dejarlo con su madre biológica. Obviamente lo entrega, pero se plantea y se
cuestiona el sistema. Si es lo correcto, etc. Yo me dije: “Bueno, si esto me lo
expone ahora, el meollo y la trama será lo suficientemente compleja y las
cuestiones que se hace la protagonista serán solo una pieza de un gran engranaje”.
Bien. Esto es lo que se esperaría de un buen libro desarrollado debidamente. No
es el caso.
Que me mantuvo engañada hasta el
desenlace es cierto, porque la trama está dividida de manera novedosa. Desde la
primera parte del libro la cogen presa. Y eso no es algo habitual. Y me pareció
interesante que la autora nos presentara un esquema distinto al que estamos
acostumbrados. Hasta aquí lo novedoso.
Digamos que no posee los
elementos que lo caracterizarían de distopía debidamente. El gobierno no es tan
opresivo, incluso le encuentras justificación. Los de dentro del muro renuncian
a la libertad por el bienestar, los de fuera renuncian a las comodidades por el
libre albedrío. Obviamente, no es tan simple. Pero el fin en sí mismo de porqué
cogen a los bebés, es bueno. Las formas y los medios no, está claro.
Con lo cual, si encontramos
justificación a los posibles actos del gobierno opresivo del Enclave… la
rebelde Gaia empieza a perder credibilidad. Foco. Gaia intenta liberar a su
madre que está presa. Sorpresa. Sorpresa. Decepción. Ese es el orden del
desenlace. Digamos que pasado el ecuador del libro, Gaia vuelve a pensar en lo
inmoral que resulta arrebatar a los bebés a sus madres, y además contribuir con
información para el Enclave. Se lo toma como una traición a sus principios. Y
yo no daba crédito a lo que leía. Bonita, tu madre es comadrona, llevas toda tu
vida viéndolo, me lo has contado al principio, no me vengas ahora con esas.
El ritmo es absolutamente
inestable. Hay saltos. Puede ser un libro cinematográfico, porque realmente va
por escenas, no tiene continuidad. Por no hablar, por supuesto, de cómo se le
presentan y va solucionando los problemas. Suerte es poco. Y ya no la táctica
potterniana, sino subtramas sosas que se resuelven sosamente, que no te
importan y que no son relevantes para el argumento principal.
No he terminado. Si hay algo que
no me ha gustado en absoluto son los personajes. Entran y salen a su antojo.
Gaia se los cruza, confía en ellos, los usa y se van. Y no vuelven. Me siento
estafada. El único personaje que merece la pena del libro es Leon (el
protagonista masculino, el chico). Creo que está igual o mejor llevado que la
misma protagonista. Bien matizado, coherente y soportable. Ella es una
protagonista femenina en un libro juvenil, igual a petarda nivel tres sobre
cinco.
El libro esta en tercera persona,
pero, no os voy a mentir, se lee con facilidad. Está escrito correctamente.
Como muchos sabréis es el primero
de la saga, saga que no sé si continuaré. Porque el segundo, por lo que he leído, es
prácticamente independiente con este, algo que no termino de entender y me
demuestra que la autora no ha sabido manejar su idea con éxito.
Dudo si recomendarlo. Entiendo
que haya gente que le guste. Y dentro del panorama no es malo, el libro.
Argumentalmente hablando, tiene muchas lagunas y es simplón. Por un lado os
diría que sí, distopía juvenil entretenida. Por otro, hay grandes historias y
grandes libros, ya sea de este género o de otro, esperándonos, no hay que
perder el tiempo.
¡Juzga por ti mismo!
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