29 de septiembre de 2014

Crítica: The Good Wife Temporada 1-5. Inmejorable.


The Good Wife se ha convertido en mi serie favorita. Es mucho más que una serie de abogados, es mucho más que una serie para mujeres —porque no lo es—. Es coherente, tiene una trama espectacular, unos giros impactantes y un cuidado y un mimo en todos los personajes envidiable.


Es curioso, comencé esta serie después de los Globos de oro. Y eso que para Julianna están siendo unos años complicados: después de Homeland, este se lo arrebató Robin Wright, merecido también por House of Cards. En fin, que los comentaristas del Plus estaban hablando maravillas de la serie, de cómo estaba siendo la quinta temporada, etc. Yo no suelo fiarme de ningún comentario y menos de los de los colaboradores del Plus, que son unos petardos. Pero cuando el río suena… ya sabéis. Así que una noche aburrida en casa me puse el primer capítulo de la primera temporada de The Good Wife y hasta ahora, que he terminado de ver el primero de la sexta temporada (¡Madre mía!).

La historia es simple en apariencia: Alicia (Julianna Margulies) comienza en un bufete de abogados, después de que metan, a su marido, en ese momento fiscal del estado —y un genial Chris Noth—, en la cárcel. Llevaba trece años sin ejercer y se encuentra compitiendo con un jovencito ambicioso recién salido de la universidad, Cary Agos, por el puesto de asociado de cuarto año. Sabemos que entra por enchufe porque fue compañera de universidad de uno de los socios principales, Will Gardner (suspiro), y desde el minuto uno nos damos cuenta que entre los dos hay algo más.

Esa es la trama, por un lado tenemos cómo Alicia se aclimata y empieza a ser buena en los juicios, por otro cómo está Peter en la cárcel, cómo la miran todos porque se conoce que él se acostaba con prostitutas… lo político en general. Y convergiendo paralelamente, los líos y las relaciones entre todos los personajes, sobre todo entre los principales. Un festín de sentimientos para nada edulcorados, muy realistas.

No engancharse fue imposible, y me ventilé las dos primeras temporadas del tirón, siendo la segunda una de mis favoritas por el peso y la aparición de uno de mis personajes estrella de la serie: Eli Gold (Alan Cuming), que hace de director de campaña de Peter, el cual vuelve a presentarse a fiscal del estado. Es espectacular este personaje, sus diálogos, todo. Es buenísimo, es divertido, es inteligente —aunque todos en esta serie lo son, menos la hija petarda de Alicia (Grace)—, es brillante. Y nos acerca el rol de director de comunicación, cómo manipula, cómo maquilla las palabras, los hechos… Es muy interesante y entretenido por su excentricidad.


Soy romántica, no lo puedo negar. Y la tercera temporada es la que más me ha costado. Porque…

(CUIDADO SPOILER) ...por fin Alicia y Will están juntos, aunque a escondidas, se vuelve muy divertido cómo llevan la relación en el trabajo, en fin… Pero el motivo por el que lo dejan, el repentino agobio porque Alicia no se está ocupando de sus hijos, en concreto de la petarda de Grace, me pareció un recurso… ¡flojísimo! Su relación se merecía más.


(FIN SPOILER, por ahora)

Me gusta esta serie por muchos motivos. El primero es la coherencia y la gran inteligencia y a la
vez sarcasmo con la que se trata. El segundo es por la continuidad que va de la mano de la coherencia. No sólo de los personajes principales y secundarios, sino por todo el estupendo elenco de personajes ocasionales que hacen de jueces o de abogados rivales y que vuelven a aparecer cuando el argumento lo pide.

La cuarta temporada es frenética, además del avance en el bufete, está la carrera política de Peter que se presenta a Gobernador de Illinois.

(CUIDADO SPOILER) Desde el ecuador de la misma nos dan pistas de que Alicia y Will podrían volver a estar juntos. También hacen socia a Alicia en el bufete dentro de una maniobra un tanto interesada que provoca que se plantee ejercer por su cuenta. Esta temporada sería la mejor sino nos hubiesen metido al principio el lío del marido de Kalinda, algo que no llevaba a ningún sitio, y resultó ser un poco de relleno (todo el relleno que puede ser algo en esta serie, comparado con otras… ninguno). El caso es que el último capítulo de esta cuarta temporada acaba con una llamada, que todos queremos creer que es a Will, para que vuelvan a estar juntos, pero no, es a Cary, con la idea de formar un bufete por su cuenta. (FIN SPOILER)


Una vez más la serie y la temporada acaba en lo más alto y comienza igual, porque la quinta temporada ha sido… inenarrable. Tengo un spoiler con otro en los dedos. No se puede hablar de ella sin que explote. Pero me ha encantado, también sería la mejor si no fuera por ese trágico final que tiene un personaje.

(CUIDADO SPOILER)¿Por qué tienen que matar a Will? Lo que parece un vulgar recurso de guionista baratero no es otra cosa que una trama sutilmente enlazada. Admito que lo sigo echando de menos, joder, además qué muerte tan absurda, pero me gusta porque Alicia es una nueva Alicia sin él, más fuerte, más independiente, más segura. Porque él siempre ha sido su superior, su mentor, al que le debía todo. Los capítulos después de su muerte son muy emotivos. Horriblemente emotivos. Y que los guionistas nos hicieran ver cómo fue ese primer día de Alicia, cómo Will la contrató, cómo parece que hacen las paces después de que ella se haya ido, para en el capítulo siguiente matarlo, fue CRUEL. (FIN SPOILER).


Y es que no hay ningún personaje que no me guste. Por supuesto Alicia es… perfecta. Es natural, es sincera, a veces se pasa de moralista, pero va evolucionando. Julianna lo hace francamente bien. Y el resto, Christine Baranski como Diane, elegante, idealista, una mujer de los pies a la cabeza que sigue dando mucho juego. David Lee, ese compañero cabrón pero brillante con una mirada transparente. El recurrente Michael J. Fox, que de aparecer en capítulos sueltos se está haciendo más habitual. Quizás el personaje que menos me guste sea uno de los principales, Kalinda, la investigadora. En las primeras temporadas se pasa de misteriosa y enigmática, en estas últimas se pasa de tajante, por no mencionar su cuestionable lealtad. Porque pobre Cary… En fin, este personaje sí que lo veo demasiado extremo, es poco natural, igual que lo de cruzarse con investigadoras y polis guapas y todas lesbianas o bisexuales. En fin, la serie no podía ser perfecta, pero sí de nueve.


Y en esta sexta temporada, qué nos tendrán preparado los guionistas. Después de verme dos capítulos por día se me va a hacer muy duro seguir el calendario, y ni siquiera quiero pensar en los parones.

En fin, The Good Wife, que en España apenas ha conseguido reconocimiento, algo que no entiendo. Que ni siquiera la Fox ha emitido la quinta temporada, algo que sigo sin entender, mientras otras series mierda siguen ahí al pie del cañón. Injusto. Así que desde aquí recomiendo encarecidamente esta serie. Porque no es una serie de abogados. De hecho, lo que me gustó es que los juicios son cortos. Es más de estrategia, de comunicación, de manipulación, de trazar la línea del bien, del mal o del dinero. Y todo esto enmarcado con unos personajes fuertes, carismáticos como Julianna, y una trama coherente, realista, con tonos cálidos que nos facilitan el más cruel de los enganches.

(CUIDADO SPOILER)

Y este video para satisfacer mi lado romántico, porque Alicia y Will han sido una muy buena pareja televisiva. Lo echaré de menos.


(FIN SPOILER).

¡Juzga por ti mismo!

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