9 de julio de 2012

Reseña de Cincuenta Sombras de Grey de E.L. James. Todo y más.



La novela que ha conmocionado a EEUU es absolutamente adictiva. Es todo lo que dicen y más.

Dada la expectación que ha suscitado no he podido resistirme y he caído irremisiblemente en sus redes. He leído muchas críticas, tanto buenas como malas, pero creo que tampoco hay que juzgar el libro tanto, ni subirlo a ningún pedestal. ¿Es erótico?, sí. ¿Con pinceladas pervertidas?, sí. ¿Es adictivo?, sí; pero ya. Ni tanto ni tan calvo.

Entiendo muchas opiniones porque puede que haya sido el primer libro erótico para muchos/as. Y siempre marca. En mi caso, ya tengo un largo recorrido y no es tan x como lo pintan. Por poner un caso cercano, me pareció mucho más fuerte Las edades de Lulú, de Almudena Grandes, porque es más gráfico y mucho menos sentimental. Hasta aquí las comparaciones.

Cincuenta Sombras de Grey me ha gustado. Se ha repetido hasta la saciedad pero es absolutamente cierto, es adictivo, muy adictivo. Está escrito en primera persona y eso es un punto a su favor para crear más obsesión. No puedes parar de leer. La protagonista, Ana, es muy cercana; si lo juntas con los tramos de alto voltaje, llegas a la última página sin darte cuenta.

La trama está bien hilada. Nada es tan simple, ni todo es tan oscuro. Creo que el título es tremendamente acertado, porque todo el libro, todas las acciones y todas las decisiones, son grises. Nada está al azar, hay numerosos detalles, crea a la perfección la complicidad entre los personajes, algo tan cotidiano, tan del día a día, pero tan difícil de plasmar. La autora lo hace con soltura, aumentando aún más nuestra cercanía con la protagonista y logrando que conectemos y empaticemos con ella desde la primera página, sea cual sea nuestra edad.

Lo que más me ha gustado son los personajes, tanto Ana como Christian. Me quedo con Christian por su profundidad, porque después de un libro de quinientas páginas todavía no sabes casi nada de él, pero ya te importa e intentas comprenderle. De ahí lo que he dicho anteriormente, el punto de vista de Ana te llena. Nada que ver con las protagonistas femeninas a las que estoy acostumbrada. Muchas reseñas se han metido con su excesiva ingenuidad, pero no vamos a engañarnos, tiene 22 años, vale que es virgen y eso es raro en nuestros días, pero el resto… Al lado de Christian es difícil no parecer ingenuo. 
Algo que me ha parecido admirable es la confianza que le profesa, ella no tiene ni idea de nada, sólo quiere una relación normal, pero aun así confía en él y se pone en sus manos. Y es que estos sentimientos tan profundos y complicados, insisto, son difíciles de plasmar, porque por un lado está lo que siente por él y por el otro lo que la autora haría o considera que es oportuno o no para su personaje; las reacciones de Ana son coherentes dentro de los límites a los que se ve expuesta, es real.

Un punto importante de este libro es su elevado erotismo. Las escenas de sexo no pueden estar mejor. Dentro del ambiente y lo que describe, en ocasiones con un punto de perversión importante, están narradas de manera clara, sensual y fina. No es nada gráfica. Por ejemplo, creo no haber leído ni una sola vez la palabra “pene”, algo admirable ya que hablamos de la sexualidad más visceral y a veces oscura.

El estilo es simple y sencillo, muchos se han metido con la falta del mismo. Y es cierto, pero no es alta literatura, hay que tener claro lo que vamos a encontrar en él. Si quieres erotismo y calidad júntate con Henry Miller, por ejemplo, no con esta señora. Tampoco me ha parecido un insulto, simplemente es corriente, estándar. 

En definitiva, desmarcándome de las polémicas, obviamente no voy a juzgar las prácticas del libro, juzgo el libro en sí, que es absolutamente recomendable. Si no estás acostumbrado a leer novela erótica es un buen libro para empezar, porque está cargado de sentimentalismo.


¡Juzga por ti mismo!

1 comentario:

  1. Este libro es una basura. :) No sé como pudo vender tanto con una prosa tan pobre.

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