Reseña de Cincuenta Sombras de Grey de E.L. James. Todo y más.
La novela
que ha conmocionado a EEUU es absolutamente adictiva. Es todo lo que dicen y
más.
Dada la
expectación que ha suscitado no he podido resistirme y he caído
irremisiblemente en sus redes. He leído muchas críticas, tanto buenas como
malas, pero creo que tampoco hay que juzgar el libro tanto, ni subirlo a ningún
pedestal. ¿Es erótico?, sí. ¿Con pinceladas pervertidas?, sí. ¿Es adictivo?,
sí; pero ya. Ni tanto ni tan calvo.
Entiendo muchas
opiniones porque puede que haya sido el primer libro erótico para muchos/as. Y
siempre marca. En mi caso, ya tengo un largo recorrido y no es tan x como lo
pintan. Por poner un caso cercano, me pareció mucho más fuerte Las edades de
Lulú, de Almudena Grandes, porque es más gráfico y mucho menos sentimental.
Hasta aquí las comparaciones.
Cincuenta
Sombras de Grey me ha gustado. Se ha repetido hasta la saciedad pero es
absolutamente cierto, es adictivo, muy adictivo. Está escrito en primera
persona y eso es un punto a su favor para crear más obsesión. No puedes parar
de leer. La protagonista, Ana, es muy cercana; si lo juntas con los tramos de
alto voltaje, llegas a la última página sin darte cuenta.
La trama
está bien hilada. Nada es tan simple, ni todo es tan oscuro. Creo que el título
es tremendamente acertado, porque todo el libro, todas las acciones y todas las
decisiones, son grises. Nada está al azar, hay numerosos detalles, crea a la
perfección la complicidad entre los personajes, algo tan cotidiano, tan del día
a día, pero tan difícil de plasmar. La autora lo hace con soltura, aumentando
aún más nuestra cercanía con la protagonista y logrando que conectemos y
empaticemos con ella desde la primera página, sea cual sea nuestra edad.
Lo que más me ha gustado son los personajes, tanto Ana como
Christian. Me quedo con Christian por su profundidad, porque después de un
libro de quinientas páginas todavía no sabes casi nada de él, pero ya te
importa e intentas comprenderle. De ahí lo que he dicho anteriormente, el punto
de vista de Ana te llena. Nada que ver con las
protagonistas femeninas a las que estoy acostumbrada. Muchas reseñas se han
metido con su excesiva ingenuidad, pero no vamos a engañarnos, tiene 22 años,
vale que es virgen y eso es raro en nuestros días, pero el resto… Al lado de
Christian es difícil no parecer ingenuo.
Algo que me
ha parecido admirable es la confianza que le profesa, ella no tiene ni idea de
nada, sólo quiere una relación normal, pero aun así confía en él y se pone en
sus manos. Y es que estos sentimientos tan profundos y complicados, insisto,
son difíciles de plasmar, porque por un lado está lo que siente por él y por el
otro lo que la autora haría o considera que es oportuno o no para su personaje; las reacciones de Ana son coherentes dentro de
los límites a los que se ve expuesta, es real.
Un punto
importante de este libro es su elevado erotismo. Las escenas de sexo no pueden
estar mejor. Dentro del ambiente y lo que describe, en ocasiones con un punto
de perversión importante, están narradas de manera clara, sensual y fina. No es
nada gráfica. Por ejemplo, creo no haber leído ni una sola vez la palabra
“pene”, algo admirable ya que hablamos de la sexualidad más visceral y a
veces oscura.
El estilo es simple y sencillo, muchos se han metido con la falta del mismo. Y es cierto, pero no es alta literatura, hay que tener claro lo que vamos a encontrar en él. Si quieres erotismo y calidad júntate con Henry Miller, por ejemplo, no con esta señora. Tampoco me ha parecido un insulto, simplemente es corriente, estándar.
El estilo es simple y sencillo, muchos se han metido con la falta del mismo. Y es cierto, pero no es alta literatura, hay que tener claro lo que vamos a encontrar en él. Si quieres erotismo y calidad júntate con Henry Miller, por ejemplo, no con esta señora. Tampoco me ha parecido un insulto, simplemente es corriente, estándar.
Este libro es una basura. :) No sé como pudo vender tanto con una prosa tan pobre.
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