Reseña: American Gods, de Neil Gaiman. Dioses Americanos manipuladores.
Trece años tiene este libro, para algunos la obra más
aclamada de Neil Gaiman, para otros la más odiada. American Gods es una novela
de dioses, de semidioses y de los problemas de América.
Después de leerme El oceáno al final del camino, decidí
zambullirme de lleno en este autor, en Neil Gaiman, con su obra estrella, y —podéis lapidarme, pero— no me ha gustado tanto, me esperaba más. Como suele
pasar con estas cosas. Así que voy a intentar desarrollar el porqué de esta
sensación y justificar mi… decepción.
La verdad es que el inicio de esta “divina” historia me
encantó. Cómo nos presentan a los personajes, el devenir misterioso de los
acontecimientos… Sin embargo, hay algo en el esquema de la novela que no me
terminó de convencer y me acabo cansando. Este libro tiene quinientas páginas,
y me encontré en la mitad igual que en la página cien. Con personajes
entrando y saliendo de la vida del protagonista, muchas referencias —demasiadas para mi gusto—, saltos en la narración y, lo que yo hubiese borrado y publicado
aparte (novedad de esta edición), los fragmentos a modo de relato corto sobre dioses y personajes que
luego aparecen de manera superficial. Eso me ha cansado mucho. Mucho. Porque yo
quería respuestas, quería la guerra, y de repente estaba en la cabeza de una
esclava que viaja a Estados Unidos…
También admito que es imposible desmerecer esta obra. Está
todo muy bien pensado, unido, nos va dejando pistas (que yo no he sido capaz de
ver), por lo que el final me pareció coherente y sorprendente a partes iguales.
Pero para mí este libro no llegaría a las cinco estrellas.
Es innegable la soltura y el estilo característico de Gaiman. Y al mismo tiempo
se nota que han pasado unos años, bastantes, porque ahora es más maduro en
cuanto a experiencia. Aquí nos encontramos ausentes sinónimos, saltos demasiado
drásticos y una descripción continua de acciones que en el algunos fragmentos
se hace monótona.
En cuanto a la trama, no puedo criticarla. Pero es un libro para
americanos. Lleno de referencias culturales que se nos escapan y mezclado con
estilos de vida muy diferentes a los nuestros, que no aburren pero tampoco
interesan tanto.
Es admirable la labor de documentación que ha debido de tener este libro, porque aparecen muchos dioses, muchos. Aunque los
importantes son los de siempre. Oh, el poderoso Odín.
Me ha parecido interesante el concepto de dioses modernos,
como la televisión o los ordenadores. Simbólico en cuanto a lo que venera la
sociedad en la que nos encontramos, pero igual de transitorio.
En este punto tengo que destacar las numerosas líneas que
utiliza como crítica al sistema, a la organización. A veces veladamente o de
manera irónica y otras, bastantes, a modo de soliloquio que te deja una sensación
de: “me está sermoneando”. Al margen de que lleve razón o no. Estamos en lo de
siempre, es ficción, no quiero crisis económica en un libro de ocio.
En definitiva, recomiendo este libro aunque el estilo es
particular, frío, mecánico, pero muy rico en descripciones imaginativas como
nos tiene bien acostumbrados este autor. Es una buena historia, con un buen
final y un buen protagonista. El resultado es satisfactorio.
¡Juzga por ti mismo!
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