1 de septiembre de 2014

Qué coño pasa con los sinónimos de coño

Sabéis mi aversión a esa palabra, igual que a vagina. Pero hoy estoy inspirada y quiero dedicarle una entrada entera al «coño», ¿transcripción de peli porno, poca imaginación literaria, mal gusto…? TODAS juntas.


Vamos a dejar algo claro, siempre lo digo: las escenas eróticas tienen que ser evocadoras, ahí reside su fuerza para que nos puedan hacer estremecernos. Eso se consigue con el lenguaje de las sensaciones, palabras perturbadoras que nos describan lo que siente ese personaje con una caricia, describir la excitación. Nada de: «le introduje mi polla en su coño», eso es una bofetada en la cara de la literatura, eso no es narrar, para eso no intentes escribir una escena erótica, di: «me la follé» y listo.

Vuelvo a toparme con un libro de este estilo entrelecturas. No es tan malo como Que nunca amanezca, pero totalmente sumergida en la trama de personajes y en la historia en sí, aparece esto:


Fue como un tortazo. El anterior capítulo fue sensual y demás, y la escena erótica, pues bueno, se podía entender el lenguaje dentro del marco narrativo. Pero esto, ESTO, no. Es un salto, es un inicio de capítulo, la protagonista está pensando y piensa: «coño palpitante», no me jodas. Hay cien mil formas de expresar eso mejor, sin necesidad de utilizar lenguaje sucio en pensamientos. Estamos en lo de siempre, si es diálogo de acuerdo, es ella o él quien lo dice o elige hablar así, forma parte de su personaje. Si es un pensamiento de la protagonista, oye pues no.  Este es un ejemplo de diálogo donde sí tendría cabida:


Sí, con este ejemplo es obvio que no iba encontrar riqueza en el lenguaje ni variedad de sinónimos. También es obvio que le palpita mucho el coño porque lo repite muy seguido. Pensé que no podía caer más bajo, pero lo peor es que me equivocaba, porque me topé con un sinónimo que no posee ninguna justificación. Atentos:



Sí, también palpita. Apague el ebook directamente. En mitad de la escena lo apagué. No sé a vosotros, pero a mí «almeja» me parece una forma peyorativa de denominar el sexo femenino. Si encima lo hace una mujer tiene más delito. ¡Qué coño!

El lenguaje vulgar y zafio no tiene cabida en la literatura y menos tan gratuitamente. No hablo que no des matices a un personaje para enfatizar su edad o una clase social. Esto va más allá. Este ejemplo en concreto la protagonista es universitaria, forma parte de la clase media, es alguien normal. Con lo cual el lenguaje empleado por la autora no tiene justificación.

¿De verdad es tan necesario un libro de sinónimos del coño? Porque parece que hace verdadera falta. Con los penes son más creativas, desde enormes vergas a tronco. Y yo digo, tampoco hay necesidad de nombrarlo. Es sexo, sabemos por donde entran y qué cosas se meten. Eso no es nada evocador. En boca de los protagonistas, pues bueno, hablan sucio jiji qué malos son, pues tiene un pase. Almeja, ¡ALMEJA! No tiene ningún puto perdón.

Llevo tan avanzado el libro que me lo voy a terminar. A lo mejor cuando lo acabe entro en
bucle de: polla-coño-polla-coño. Quién sabe. Por cierto, el libro se titula Adicta a ti, de Suma de letras. Una vez más trayendo lo mejorcito.

Y a los posibles exaltados que defiendan esta mediocre manera de utilizar la literatura, que no es narrar, sólo juntan letras o transcriben películas porno, os vuelvo a repetir que el ejemplo perfecto de buen gusto y escenas duras es Historia de O, no hay ni un «coño», y mira que la protagonista lo pasa mal. Supongo que esa es la diferencia entre pasar a los anales de la historia literaria y producir libros baratos. También sé que hay libros que han pasado a la historia con lenguaje más vulgar, como Trópico de Cáncer o cualquiera de Henry Miller. Pero es otro estilo, desde el punto de vista de un hombre, y aun así, no llega a esto. ¡Cuidado con las palpitaciones!


¡Disfrutad!

7 comentarios:

  1. Iba a hacer un chiste con los anales de la historia, pero no quiero ser amonestada por mí misma. El caso: que tienes razón. "Coño" y "vagina" (y "follar", pero supongo que esto ya está más aceptado) no me gustan nada. En general digo muchas palabrotas, pero algunas las tengo vetadas. Lo de la almeja palpitante es que me ha matado. xD Parece que tooodo el mundo puede escribir literatura erótica ¡pero no! ¡De hecho casi nadie debería porque luego salen almejadas como estas!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, esto es una almejada en toda regla (¡nada de chistes fáciles!). Estoy de acuerdo. Una cosa son palabrotas, yo también las digo, pero esto... Joder es que es un puñetazo (suspiro resignado).

      Eliminar
  2. Jajajajajja palpitante almeja! xD Me has matado xDD
    Genial entrada!

    ResponderEliminar
  3. Como hombre que soy me veo en la necesidad de intervenir para expresar la opinión masculina más estereotipada, generalista y ramplona posible.

    A los tíos nos mola todo ese rollo. Así que un 10 para la Almeja Palpitante (en mayúscula, que se merece todo mi respeto) y que vengan muchas más. He visto una peli porno en la que hablaban igual.

    Hay una cita de alguien que no recuerdo muy bien (o igual me la estoy inventando) que venía a decir que lo más difícil de escribir son las historias de terror y las cómicas, porque el resultado final suele ser que las primeras dan risa y las segundas miedo. A este dúo se pueden añadir las eróticas, que es una mezcla de las dos: risa y miedo, y quizá también asco. El problema con las tres es que la gente piensa que son fáciles de escribir. Y no. Pero ¿y lo que nos reímos?

    ResponderEliminar
  4. Pues mira tú por dónde que yo soy mujer y también voy a romper una lanza en favor del lenguaje obsceno. Pero con matices.

    Para empezar, a esos libros de los que se habla en el artículo no los considero literatura, sino pura y simple pornografía escrita (como tampoco considero cine una peli porno). Está claro que cuando alguien lee un libro de esos (o ve un a peli de esas) no lo hace por la calidad de la obra, sino para que "le palpite la almeja".

    Personalmente no me excito con ese tipo de lenguaje (preferiría mil veces un "se le humedeció la entrepierna" a un "le chorreaba la almeja"), pero hay mucha gente que sí lo hace. Y, oye, para gustos, colores.

    De todos modos, y si nos ponemos a hablar de literatura, comparto el hecho de que el lenguaje vulgar debe limitarse. Y aunque a veces hay situaciones en las que la palabra "coño" viene que ni pintada, prefiero que se usen sinónimos más suaves. y menos "barriobajeros".

    ResponderEliminar
  5. Bueno, vale, ¿entonces qué sinónimos empleamos para "coño"? Porque si almeja no gusta (que sí, es vulgar, para eso prefiero que se dejen de rodeos y digan coño todo el rato), ya me diréis... Y vagina no es exactamente lo mismo que el susodicho. Se podría utilizar la palabra "sexo" todo el rato, pero... ahí va mi lanza rota por "coño". Una pena que no haya una palabra hermosa, pero que no sea cursi, para denominar a esta parte del cuerpo femenino (las que se me ocurren son demasiado... ¿poéticas?). Y que conste que soy un ñoño asqueado de la vulgaridad en la literatura, aunque ya la he asumido y hasta la disfruto (en sus justas dosis).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vamos a ver es que como digo tampoco hace falta nombrarlo. La gracia de la literatura es el empleo de las metáforas y demás recursos, si no se convierte en una sucesión de acciones y nexos. Y no hace falta que sea poético, aunque personalmente lo prefiero. Un ejemplo para una escena normal puede ser: "se introdujo en mí con violencia, o suavemente" o "me introduje en ella y al instante sentí su humedad". No es poético y no dices: "me metió su grande polla en mi PALPITANTE coño". :D :D

      Eliminar

Copyright © 2014 No me gustan los números